Todos debemos estar profundamente agradecidos por aquellos que hacen que la vida palpite a un ritmo más intenso y vigoroso, o sea a los amigos de siempre, un buen dirigente, un buen gobierno que coincida con los verdaderos quehaceres del país y trabajos aliados a la gente pensante o es decir, oír a los demás, considerándoles en cuenta su criterio, unirse a las cosas positivas; esto va también al núcleo familiar, que coincidan los padres con los hijos en forma monolítica y positiva; esto con la firme esperanza de no ser convertido en lumpen, es lo que se avizora de seguir por el mismo sistema y haciendo lo mismo; esto señores, es la cata cumbe más triste que el país aún tan rico haya llegado al 96% noventa y seis por ciento de pobreza y nada que vislumbré por dónde pueda venir la recuperación, más difícil de entender que éste siendo el país más rico del mundo en petróleo y minerales haya llegado a ese extremo de la ruina y sin futuro; sobre todo la juventud cuando les toque pedir cuenta y ¿Para donde fueron a parar las riquezas que por derecho les correspondía?
Que Dios nos libre de un mensaje que nos dejó Winston Churchill cuando dijo: “Que el socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la práctica de la envidia, la virtud inherente es la distribución de la miseria” por Dios santo, pues parece que Churchill tenía razón por los caminos que vamos creo que nos llevan derechito por esa autopista, como unos corderitos inocentes y nadie que nos defienda, que pecado tan grande cometimos los habitantes de esta nación o es que somos merecedores de todas estas anomalías o tenemos el cerebro en los talones o los ojos en la espalda que no pudimos avizorar lo que estamos viendo hoy, carencias al por mayor, hambre, destrucción del patrimonio, el señorío, la prestancia y como perro regañado y huérfano de los derechos; “ La palabra no está hecha para cubrir las verdades, sino para decirlas. “José Marti”.
La finalidad no es el perder sino el servicio; no es la confrontación que destruye sino la paz para construir y por ello es la invitación permanente a reconstruir esta potente nación hoy en franco deterioro, pero aun con muchas reservas de gran valía que pueden dar la cara por los que estábamos viéndolo todo pero ausentes y por el bien de todos y con inclusión aspiremos que esta nación sea nuevamente en la que todo el mundo quería vivir, sentirse bien, como entre hermanos y bien recibidos y visto en todas partes y aplaudidos por ser espontáneos y de propinas generosas, sonrisas y saludos amigables y no como andamos hoy con cara de arrecho; como el que va a poner una denuncia o al dentista con un dolor de diente, nunca pensábamos en ser inmigrantes; tenemos que recuperar nuestra idiosincrasia, volver al abrazo fraternal y de amigo; que se olviden aquellos que quieren convertirnos en unos rapaces .
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán