En el curso de los últimos ocho días se han incrementado los apagones, con sus consecuencias inevitables de daños a los aparatos electrodomésticos y sin que la empresa eléctrica nacional se responsabilice ante los suscriptores.
El ingeniero Antonio Patiño, miembro de la Asociación de Ingenieros Electricistas, Mecánicos y Afines, quien trabajó en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), al ser entrevistado por Elimpulso.com, dijo que éste se encuentra tan frágil que no puede mantener la estabilidad.
Una de las características fundamentales de un sistema de potencia es precisamente la estabilidad, la cual significa que debe mantener el voltaje fijo, independientemente que puedan suceder eventos como desconexión de una línea. La salida de una planta o cualquier otra falla.
En la presente semana se han registrado problemas bastante graves tanto en la mañana como al mediodía y en las noches.
Las fluctuaciones han sido tan acentuadas que han ocasionado daños a los electrodomésticos y a equipos de oficina, así como a los aparatos de aire acondicionado. Pero, ya se ha hecho costumbre que la empresa eléctrica nacional no responda a las pérdidas sufridas por los suscriptores.
Se habla de fallas frecuentes en las líneas de 230 mil y 400 mil voltios, sin embargo también se presentan dificultades en las de más bajo voltaje como las de 115 mil.
En torno a esta situación, el ingeniero Patiño manifestó que el voltaje tiene que ser estable, continuo y permanente.
Porque un servicio eléctrico bueno no es el que el usuario pueda encender un bombillo y a causa de que el voltaje no sea adecuado, la iluminación no es la que se espera.
El SEN está muy debilitado y los ingenieros especializados en la materia hemos planteado como única solución un plan de inversión.
Dentro de ese plan no solamente hay que fijar la atención en las líneas de distribución, sino también en toda la estructura del sistema.
Se requieren nuevas subestaciones y plantas de generación, así como la recuperación de los equipos existentes, ya que éstos están funcionando a duras penas.