Los “edificios inteligentes” o “smart buildings” integran diferentes sistemas que regulan el control de accesos, la seguridad, la climatización, los ascensores, las telecomunicaciones, entre otros aspectos, a través de una misma gestión. Estas edificaciones ofrecen mayores comodidades a sus inquilinos o usuarios, más seguridad y ahorro energético.
En los edificios inteligentes, la tecnología se pone al servicio del hombre para contar con empresas o ambientes residenciales más productivos y eficientes, gracias al uso de equipos y software de control o monitoreo automatizado, cuya utilización reduce las posibilidades de errores humanos en el manejo de áreas como la seguridad y el control de emergencias.
“La eficiencia se alcanza a través de la optimización de la estructura, de los servicios, de la administración y de los sistemas dentro de una compañía. Esto a su vez es posible hacerlo con sensores, actuadores, alarmas y programaciones horarias, además de la integración de aplicaciones como sistemas de audio, video, televisión e iluminación en un solo control, que puede ser remoto”, asegura Julio Rodríguez, ingeniero senior en el área de Automatización y Monitoreo de la Corporación Solsica, empresa que desarrolla y distribuye en Venezuela equipos o servicios para este tipo de construcciones.
Estos edificios inteligentes se caracterizan además por poseer estaciones centrales de control con monitores y equipo tecnológico que permiten generar y revisar informes, almacenan datos para análisis de diagnóstico, gráficos de tendencias y gestión, mantenimiento preventivo, estadísticas, optimización de consumos y atención de alarmas.
¿Qué se puede controlar en un edificio inteligente?
Rodríguez asegura que un edificio inteligente es aquel que cuenta con todos los componentes tecnológicos para lograr que la estructura se gestione o controle de forma automática o de forma remota, desde cualquier parte del mundo.
La iluminación, la climatización (calefacción, ventilación y aire acondicionado), el sistema de video vigilancia, el consumo energético para hacerlo más eficiente, los sistemas audiovisuales, el uso de elevadores, manejar las telecomunicaciones, los controles de acceso, alarmas y seguridad contra intrusos.
“Con un sistema inteligente se puede, por ejemplo, controlar la iluminación de un edificio, porque se puede programar por fechas, horarios, nivel de iluminación exterior o sensores de movimiento. Es posible establecer criterios de prioridad y también planificar el consumo. Todo esto significa más confort, seguridad y ahorro de energía”, señala Rodríguez.
Un edificio inteligente debe contar con las facilidades de una red de fibra óptica, integración de cableados para acceso a Internet, conectividad para servicios LAN y WAN, fuentes de energía redundantes, entre otros mecanismos de gestión de energía, seguridad, confort y comunicaciones.
¿Cómo se monitorea un edificio inteligente?
El ingeniero indica que este tipo de estructuras “se controlan a través de sistemas basados sobre tecnologías como la del Automated Logic, que tiene la Corporación Solsica disponible para sus clientes”. Este sistema a su vez cuenta con otros subsistemas con los que se maneja el aire acondicionado, la iluminación y el gasto energético, entre otros.
El ingeniero invitó a visitar la página de Solsica: www.solsica.com, o la cuenta de Instagram @corporacionsolsica, para obtener mayor información sobre los equipos y servicios que pueden aplicarse en los edificios inteligentes o en otras necesidades inmobiliarias.