La calle que comunica a las avenidas Bicentenario y Hermán Garmendia, al este de Barquisimeto, no es el mejor ejemplo de orden y pulcritud en ese sector. Allí se ubica en el ángulo este la Universidad Fermín Toro y en el ángulo oeste la iglesia Proclamación.
El lugar es utilizado en el extremo que conecta con la avenida Hermán Garmendia como un vertedero de basura y botadero de animales muertos, lo cual obliga a los transeúntes a apurar el paso y arrugar la nariz cada vez que pasan por allí.
Es de resaltar que ese paso, que comprende poco mas de cien metros, es utilizado por los habitantes de Las Trinitarias y otras urbanizaciones cercanas para acortar paso cuando van al mercado Cecosesola que se ubica en la avenida Bicentenaria.
Pasar caminando por un lugar lleno de moscas y malos olores no es lo más adecuado cuando se llevan alimentos. Ana Zamora, vecina afectada, manifestó a Elimpulso.com que personas inescrupulosas aprovechan la poca o nula iluminación y botan allí sus desperdicios cuando cae la noche.
La falta de luminarias se traduce igualmente en un problema de seguridad y transitar por allí cuando se oculta el sol puede resultar muy riesgoso porque el lugar se vuelve desolado y tenebroso.
Otra denuncia apunta a la presencia de enormes huecos en el extremo que comunica con la avenida Hermán Garmendia, lo cual obliga a los conductores que toman esa vía a hacer maniobras y piruetas para no dañar el tren delantero y otras partes de sus vehículos cuando pasan por allí.