#OPINIÓN Yo tuve un sueño… #11Oct

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Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas»
Martin Luther King

«La esperanza es el peor de los males, porque aumenta el tormento del hombre»
Frederick Nietzsche

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Se dice que la vida es un sueño; ayer soñé que repicaba el teléfono, y que aún vamos conectados a la net. Que la luz., el agua, el salario y la gasolina, no faltaban nunca. Que no le habían quitado 14 ceros a la moneda, sin pasar por home, ni pagar doscientos. Qué mi mujer había dejado de tratarme como un gran mequetrefe. Que el presidente no era un in-Maduro. Que el Bolívar era fuerte y no un papel sanitario digital. Que no era vital usar tapaboca, ni vivir asustado de enfermar. Soñé que las vacunas anti revolución socialista ya las tenían en ciernes la ciencia demócrata, aunque la cepa ñangara-delta era más resistente y mortal.

Mi vecino, que de soñador no tiene pintas, dice que ahora solo tiene pesadillas y no recuerda cuando dejó de soñar. Y le pesa ver que a su alrededor, la gente cambió el sueño, por vigilia e insomnio involuntario.

Las horas pasan y el sueño no aparece. A cualquier hora lo toma a uno con el ojo pelao y los pelos de punta, cuando en mitad de un dormir inquieto, recuerdas lo que debes parir para pagar los gastos que desgastan la faltriquera y la paciencia.

A veces, cambio de canal y voy por la vía mediterránea, soñando que ojalá no solo fuese un deseo oculto en un paisaje ideal. La costa me recuerda que todos estamos transitando un soñar propio. Y que soñar son pensamientos que también tienen su densidad universal donde, quien sabe cómo demonios, vamos interconectados todos a un nivel inconsciente y alienígena.

Tal vez los sueños dejan un edén cuando la tierra enferma de humanidad rebusca la salida espiritual que sane el soma.

En vísperas de sufragios uno sueña que la realidad cambie aunque sea un poco pero para mejorar la calidad de vida, es decir, la calidad del soma. Lo malo de esa mejora es que suele ser utópica y por eso uno no coge confianza.

Es difícil corregir un error, pero es posible soñar en su reconducción con propósito de enmienda. En qué puede pensar el político con aspiración a cargo, y dos dedos de frente que no sea cerrar la pesadilla oficial, aun siendo rebelde, e ir en aras de un país que suene a sueños y que sus sueños suenen verdaderos.

Sueño que un pueblo que sueña esta bien alimentado. Y un pueblo bien comido y en paz, duerme mejor. Votemos por eso, no por solo hacerlo, y hagamos de ese sueño otra realidad que crezca para todos…

También se dice qué soñar nada cuesta, pero todo lo que tiene que ver con soñar, cuenta y por tanto tiene coste. El sueño del hombre es el precursor del saber en general. La literatura es el sueño en letras. La ciencia es el sueño de los filósofos. La cultura es el sueño de los enciclopedistas. Y así mismo el sueño con un paraíso es el sueño del creyente. Soñar es el plasma del hombre y la sangre de su imaginación.

Marcantonio Faillace Carreño

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