El gato de monte es un pequeño felino manchado que se encuentra en las selvas tropicales de América Central y del Sur. Es un pariente cercano del Ocelote y Margay, y tiene un rico pelaje ocre, manchado de rosetas negras.
Este es el más pequeño de los felinos neotropicales con una constitución esbelta y un hocico más estrecho. Su pelaje es grueso y suave, que va del marrón claro al ocre oscuro, con numerosas rosetas oscuras en la espalda y los lados. El lomo es pálido con manchas oscuras y la cola está anillada. La parte posterior de las orejas es negra con manchas llamativas.
Su mandíbula es acortada, con menos dientes, pero con muelas carniceras y caninos bien desarrollados. Se han informado algunos melánicos (de color negro o pardo oscuro, nada normal en esta especie) en las partes más boscosas de su área de distribución.
Es un animal nocturno, pero en áreas donde su principal fuente de alimento son las lagartijas diurnas, y es más probable que estén activas durante el día.
Acecha a su presa desde la distancia, y una vez dentro del alcance, se lanza para atrapar y matar. Se ha observado a los más jóvenes ronronear, mientras que los adultos hacen llamadas breves y gorjeantes cuando están cerca unas de otras.
Es un escalador experto. Esta especie muestra una fuerte preferencia por los bosques montanos, y generalmente se encuentra en elevaciones más altas que las del margay o el ocelote.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha clasificado al gato de monte como vulnerable. Las principales amenazas para estos felinos son la deforestación y la caza furtiva.