Ni la Organización Mundial de la Salud, ni ningún otro organismo internacional, ha certificado la condición de vacuna de algún producto cubano, que se haya elaborado para prevenir la enfermedad de la COVID-19 y, por lo tanto, no puede ser aplicado a ningún ser humano.
Advertencia en tal sentido fue hecha por el doctor Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana, al ser entrevistado por Elimpulso.com, en torno al anuncio de Nicolás Maduro de estar recibiendo la denominada Abdala como vacuna.
La declaración del dirigente gremial se suma a la formulada por la Academia Nacional de Medicina de Venezuela, la cual también mostró su preocupación por la información dada por Maduro, en el sentido de que se habían recibido 900 mil dosis del mencionado producto para ser inyectados a los venezolanos.
Sobre dicho fármaco se había dado a conocer el 24 de junio de este año que serían adquiridas 12 millones de dosis, pero en días recientes se informó que eran 15 millones de dosis, las cuales estarían destinadas a cinco millones de personas, dado el caso de que serían aplicadas tres dosis por cada individualidad.
La Academia Nacional de Medicina señaló que ni la Organización Mundial de la Salud, ni tampoco su filial la Organización Mundial de la Salud, ni la Administración de Alimentos y Medicamentos, ni la Agencia Europea de Medicamentos, habían dado certificación a vacuna cubana alguna. Aún más, ninguna publicación científica se había referido a algún producto cubano que se haya probado contra la COVID-19.
Como no se tiene seguridad de la eficacia que pudiera tener ese producto, no es recomendable su aplicación, sostiene la Academia.
Por su parte, el doctor Douglas León Natera dijo que si el régimen de Maduro aplica ese producto cubano, según sus propias palabras, “no tiene compasión con nadie”:
Por lo ya expuesto, “esa vacuna cubana no existe y ni siquiera está probado su uso”, motivo por el cual le restó seriedad a que tiene eficacia.”
“Si la están poniendo no sólo demuestra un gran desprecio por los más necesitados, sino por todo el pueblo de Venezuela”, enfatizó el dirigente gremial. “Si no existe como vacuna, es una irresponsabilidad suprema aplicarla. Es un crimen de lesa humanidad.”