Pese a los anuncios oficiales de iniciar prontamente los trabajos destinados a corregir el brote de aguas negras en la avenida Venezuela con Bracamonte, al este de Barquisimeto, vecinos y comerciantes del sector ven con preocupación como esa situación se ha agudizado, lo cual va en perjuicio de la salud pública.
Desde hace más de cuatro meses las aguas servidas se desbordan hacía la vía pública en la intersección de las antes mencionadas avenidas, impregnando el ambiente con un olor nauseabundo, lo cual es un grave problema sanitario si se toma en cuenta que esa vía es altamente concurrida.
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Recientemente se anunció desde la Gobernación que ya se habían iniciado los trabajos de reparación e instalación de 150 metros de tubería nueva, a fin de solventar la situación, pero de eso hace ya más de una semana y los afectados claman por una pronta solución.
Efectivamente, los trabajos de acometida de la nueva tubería ya se iniciaron frente a al Parque del Este. Allí se rompieron las calles para instalar los tubos de concreto que suplirá a los ya colapsados, pero la percepción es que la obra va muy lenta y dada la gravedad del asunto, es necesario que se agilice a fin de evitar problemas sanitarios.
Más aún, las aguas negras que manan de manera impresionante en la intersección de la avenida Bracamonte fluyen por el canal sentido oeste – este de la avenida Venezuela y se están descargando en los drenajes de aguas de lluvia de la urbanización Los Libertadores y de allí van a parar al colector principal de la urbanización Fundalara.
Los habitantes de ambos sectores se quejan por la proliferación del olor de las aguas cloacales desde que ese problema se inició hace cuatro meses y claman a las autoridades regionales, en este caso a la Gobernación y a Hidrolara, para que se ponga fin a esa situación que pone en riesgo la salud pública.
