Días después de anunciar su retirada, el icono del boxeo Manny Pacquiao presentó el viernes su certificado de candidatura a la presidencia de Filipinas, en el primer día de inscripciones para liderar una nación muy golpeada por la pandemia del coronavirus y con conflictos políticos profundos.
Las autoridades electorales decretaron fuertes restricciones para evitar que el periodo de registro, que terminará el 8 de octubre, congregue a grandes multitudes de seguidores y se convierta en un foco de contagios. Además del cargo de presidente y vicepresidente, en los comicios del 9 de mayo de 2022 se elegirán más de 18.000 cargos nacionales, locales y parlamentarios.
Considerada el bastión de la democracia en Asia, Filipinas también ha registrado caos y violencia electoral. En 2009, hombres armados movilizados por la familia del entonces gobernador de la provincia de Maguindanao masacraron a 58 personas, incluyendo reporteros, en un ataque a un convoy electoral que impactó al mundo.
Unos 3.000 agentes de policía, algunos en camionetas blindadas, custodiaban las inmediaciones del centro de convenciones de la bahía Manila donde deben registrarse los aspirantes. Además, está prohibido sobrevolar y pescar en la zona.
Los aspirantes solo pueden estar acompañados por tres personas, y todos deben pasar pruebas de detección del coronavirus antes del registro. Pero cientos de seguidores del exboxeador, con mascarilla y pequeñas banderas filipinas, lo esperaron en las calles próximas al complejo para animarlo.
Muchos esperan que la carrera para suceder al polémico presidente Rodrigo Duterte esté abarrotada y plagada de hostilidades. Pacquiao; el exdirector de la policía nacional, Panfilo Lacson, y el alcalde de Manila, Isko Moreno, han declarado que se presentarán a los comicios, y se espera que otros sigan sus pasos.
Pacquiao y Duterte eran firmes aliados hasta que mantuvieron un enfrentamiento público este año. Los dos y sus equipos se enfrentaron por el control del partido gobernante y Duterte amenazó con hacer campaña contra Pacquiao si éste no presentaba evidencias para respaldar su denuncia de que la corrupción había empeorado bajo el actual gobierno.
“Quienes se aprovechen de la nación, robando a los filipinos, sus días felices de aprovecharse del gobierno ya están contados porque si el Señor me coloca ahí, le prometo no solo al pueblo filipino sino también a Dios, que todos irán a prisión», dijo Pacquiao a reportaron tras registrar su candidatura.
El senador, de 42 años, anunció su retirada del boxeo el miércoles tras conquistar a los aficionados con su historia de superación personal y su legendaria carrera.
Duterte, de 76 años, ha aceptado la nominación del partido para el puesto de vicepresidente, una medida que alentó un debate constitucional y sorprendió a sus rivales, que llevan años calificándolo como una calamidad para los derechos humanos.
En Filipinas, los cargos de presidente y vicepresidente está limitado a un único mandato de seis años.