Tras el desalojo de cientos de migrantes que se encontraban instalados en la Plaza Brasil de Iquique, en Chile, el pasado viernes, un grupo de chilenos salió a protestar el día sábado en una marcha que terminó con la quema de pertenencias de migrantes, en su mayoría venezolanos, que se encontraban en la avenida Aeropuerto.
«No más migrantes», gritaba la multitud mientras lanzaban a una hoguera el resto de pertenencias, como ropa, calzado, maletas, entre otras cosas, de los migrantes, durante un acto violento en plena calle.
Durante la marcha, que fue retransmitida por las televisoras locales, se mostraron pancartas en las que se leía “Cierre de fronteras ahora” o “No más inmigrantes indeseables”, se escuchaba el canto de “chilenos primero”, o gritos de “a recuperar la ciudad”, junto a oleadas de banderas chilenas.
El Comisionado de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, David Smolansky repudió este hecho y lo calificó de «inaceptable». Afirmó que los venezolanos que huyen de su país, no lo hacen voluntariamente.
«Es inaceptable esta manifestación en contra de migrantes y refugiados que huyen de la emergencia humanitaria compleja más grande del hemisferio occidental», escribió el político venezolano a través de su cuenta de Twitter.
La ONU repudió el hecho
Sobre este hecho, el relator especial de la ONU sobre Derechos Humanos, de los migrantes, FelipeGonzález, calificó como una «inadmisible humillación» este ataque incendiario contra un campamento de venezolanos en Chile.
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Se pronunció el Alcalde
“El centro del problema es descontrol fronterizo que hay en la región” que se traduce en la plaza desalojada, “y en muchas plazas más y parques de la ciudad”, indicó a medios chilenos el alcalde de Iquique, Mauricio Soria, quien calificó las medidas del gobierno como “mediáticas” y “cortina de humo”.
Son 150 las personas desalojadas, “pero en la ciudad hay más de 1.000 en distintas plazas» y desalojarlas no resuelve el problema, sentenció.
