Tras los hechos de violencia ocurridos en Chile durante protestas que protagonizaron chilenos en contra de los migrantes, el embajador de Venezuela en Chile, Carlos Millán, condenó ataques contra migrantes en Chile y afirmó que la violencia y la xenofobia deben ser rechazadas de forma categórica y transversal.
“Los venezolanos huimos de una emergencia humanitaria compleja y de un régimen autoritario. Nicolás Maduro y sus secuaces niegan la existencia de una crisis de refugiados provocada por ellos mismos”, expresó el diplomático en de sus redes sociales.
Expresó Millán que los venezolanos somos Personas Necesitadas de Protección Internacional (PNPI) y señaló que la crisis de refugiados, agravada por la pandemia, es una realidad y debe ser atendida de forma multilateral haciendo énfasis en el respeto a los Derechos Humanos y condenando los actos de odio.
«Asociar a la migración con delincuencia ha sido un argumento desmantelado por varios estudios científicos. Aún así también se deben rechazar los delitos cometidos por migrantes que, aunque son estadísticamente despreciables, han sido destacados constantemente en medios y redes», prosiguió el funcionario venezolano.
Carlos Millán consideró que para que exista una migración verdaderamente regular y ordenada deben existir válvulas institucionales que permitan la reunificación de personas que llevan años separados de su núcleo familiar.
Para finalizar su intervención en la cuenta de Twitter, Millán compartió una fotografía del momento cuando un grupo de chilenos arroja pertenencias de migrantes venezolanos hacia una hoguera que hicieron en plena calle.
«La foto muestra la peor cara de la humanidad, preocupa y entristece. ¿Quemar el coche de un bebé? Eso no tiene otro nombre que barbarie y no representa ni representará el verdadero sentimiento de solidaridad del pueblo chileno», apuntó.
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Tras el desalojo de cientos de migrantes que se encontraban instalados en la Plaza Brasil de Iquique, en Chile, el pasado viernes, un grupo de chilenos salió a protestar el día sábado en una marcha que terminó con la quema de pertenencias de migrantes, en su mayoría venezolanos, que se encontraban en la avenida Aeropuerto.
