Este roedor tiene amplia distribución dentro de la región andina. Típico de los bosques nublados densos altoandinos, páramos y subpáramos al noreste de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y noroeste de Venezuela
En nuestro país se estima que está presente en un área aproximada de 6.500 km2, superficie que comprende un 15% de su distribución global. Solo se conocen registros confirmados en una decena de localidades.
Es de gran tamaño. De pelaje marrón o gris con parches más claros, de ojos grandes de color negro. Sus patas poseen garras que le puede funcionar para sostener alimentos mientras los come. Puede verse solo y se considera como un animal independiente.
Es herbívoro, aunque eventualmente come frutas, de clima frío, como el guamo, la Inga spuria, la fresa, entre otras.
No tiene una clara temporada de reproducción en el año. Puede tener de 1 a 2 crías en cada parto. En este periodo la hembra permanece más tiempo en sus «nidos» por razones de seguridad, pero debe salir a buscar comida, ya que el macho se aparta de ella luego de la relación sexual.
Es un animal nocturno, se puede ver en el día cuando va a comer o por razones de defensa, debido a que es una presa fácil para animales carnívoros.
En las regiones occidentales de Venezuela, este roedor es muy vulnerable por la intensa casería, puesto que su carne es muy apreciada. Es por ello que se considera que puede estar en peligro de extinción.