Este viernes 24 de septiembre se inicia en Ciudad de México una tercera ronda de negociaciones entre representantes de la administración de Nicolás Maduro y del Gobierno Interino de Juan Guaidó.
Los delegados de Maduro y Guaidó, se volverán a ver las caras tras las conversaciones realizadas entre el 3 y 6 septiembre que culminaron con un acuerdo parcial para atender las necesidades sociales de la población con énfasis en los efectos de la pandemia del nuevo coronavirus.
En esta ronda, que se desarrollará por cuatro días, se espera abordar como primer punto el “respeto del estado constitucional de derecho” y en particular se discutirá sobre “el sistema de justicia y el respeto a la institucionalidad establecida en la constitución”, indicó en un comunicado Noruega, que actúa como mediador en el proceso.
Asimismo, las partes continuarán las discusiones sobre la “protección de la economía nacional y medidas de protección social al pueblo venezolano, incluyendo los Derechos Especiales de Giro dispuestos para tal fin por el Fondo Monetario Internacional”, precisó el gobierno noruego.
El anuncio sobre la incorporación de Alex Saab, detenido en Cabo Verde, al equipo negociador, que realizó la semana pasada el jefe de la delegación de Maduro y presidente de la Asamblea Nacional electa en 2020, Jorge Rodríguez, generó ruido en el proceso.
La decisión de la administración de Maduro fue considerada por analistas como un intento de presión para forzar a la oposición a levantarse de la mesa.
La delegación de Guaidó reaccionó al anuncio de Rodríguez señalando que se mantendrá en las negociaciones para llegar a “un acuerdo integral que nos regrese la democracia y la posibilidad de salir de la inmensa crisis social, económica”.
También exhortaron a los noruegos a que garanticen el “cumplimiento por parte de la delegación del régimen de las normas de reserva acordadas que rigen el proceso” e indicaron que convertir el proceso en una “guerra de micrófonos o debate en medios” le hace “mucho daño a la negociación”.
La suspensión de las sanciones económicas es uno de los puntos de discusión en las negociaciones, pero la decisión final sobre ese tema está en manos del gobierno de Joe Biden. El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, dijo el mes pasado que “el régimen de Maduro puede crear un camino hacia el alivio de las sanciones permitiendo a los venezolanos participar en elecciones presidenciales, parlamentarias y locales libres y justas que deberían haberse celebrado hace tiempo”.
Washington levantó en julio una sanción para permitir a las compañías no estadounidenses exportar a Venezuela gas licuado de petróleo que es utilizado para cocinar. La decisión fue considerada un “gesto de buena fe” para promover el diálogo.
Tras el fracaso de cinco intentos de conversaciones en los últimos siete años, la comunidad internacional apuesta a que en esta oportunidad se abra el camino a una solución negociada y electoral a la compleja crisis económica y social que vive Venezuela, que ha desatado la migración de seis millones de personas en los últimos años.
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