En Venezuela no existe confianza ni seguridad jurídica para invertir, estamos ante un panorama económico, judicial, gubernamental sin un modelo definido y caracterizado por las intervenciones, expropiaciones, incautaciones, ocupaciones, amenazas, de la empresa privada, por parte del gobierno, lo que contribuye a que desaparezca la motivación e intención de mover o activar capitales en el país.
Tan contundente pronunciamiento lo formula el conocido dirigente empresarial larense, Lino Palencia, ex presidente de la Cámara de Comercio del Estado Lara, ex miembro del Directorio del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios, ex directivo de Fedecámaras Lara, vinculado al sector de la comercialización al detal y al mayor de repuestos automotrices a lo largo de su extensa trayectoria.
Sobre el comportamiento y evolución de la economía venezolana este año, Palencia recuerda que al iniciarse el año 2021, la economía venezolana presentaba un peligroso descenso, que no se detenía, alimentando y aumentando una devaluación de nuestra moneda, llevándonos a ser el país con mayor devaluación monetaria del planeta, aunado a ese intervencionismo del estado en todos los aspectos, lo que obligó al empresariado privado a tener que redoblar sus esfuerzos, comenzar a utilizar sus recursos propios para mantener sus actividades, logrando de esta manera quebrar la tendencia declinante de la economía, comenzando a dar síntomas muy leves de estabilización.
Por otra parte, como dirigente gremial quisimos conocer cuál es el papel que deben jugar las organizaciones gremiales empresariales en una situación tan compleja como la que vive la economía, dejando en evidencia que conoce bien el terreno en el que se desenvuelve.
“En cualquier país de nuestro planeta, no hay desarrollo sin la participación de la empresa privada, su relevancia se fundamenta en las actividades económicas que ejecuta y por supuesto, en el nuestro, las organizaciones gremiales empresariales son responsables del presente y futuro del sistema económico, y su papel fundamental es, y debe ser, siempre la defensa de una economía de mercado, ensamblada en la fuerza, vigor, decisión y voluntad de mantener y cumplir con lo imprescindible para impulsar el desarrollo, aún por encima de posiciones y decisiones políticas e ideológicas, no acordes en la necesidades del país y su gente. Por eso la fuerza y la templanza, el derecho inalienable y la voluntad deben conjugarse para implementar la satisfacción del mercado, generando empleo y riqueza, a través de la oportuna posición y decisión de mantener la defensa de la libre empresa, la propiedad privada que son la razón de ser de las diversas organizaciones gremiales, que hacen vida en el país”, precisó Palencia.
Con este posicionamiento, el empresario larense coincide con otro de los grandes capitanes de empresa del país, como lo es Adán Celis Michelena, actual primer Vicepresidente de Fedecámaras, quien ante los más disímiles obstáculos a los que se enfrenta la empresa privada venezolana, asegura que “al empresario venezolano lo que le sobra es voluntad y su apellido es terquedad”, siendo un convencido que las cosas van a cambiar en Venezuela en un futuro no muy lejano.
En torno a la actuación de la actual dirigencia empresarial, ante los retos que se le han presentado, Lino Palencia piensa y responde con la sinceridad que le caracteriza.
“En los últimos tiempos hemos observado posiciones poco firmes, y como de aceptación de algunas circunstancias, ante decisiones emanadas de los organismos gubernamentales, creo que la nueva dirigencia empresarial, que en estos momentos conduce las organizaciones gremiales de la empresa privada, tienen una visión distinta a la de gestiones anteriores, donde se evidenciaron algunas debilidades ante casos concretos, con indecisiones ante las realidades que exigían posiciones contundentes, como el caso del Plan de Vacunación y el Decreto sobre importaciones libres de impuestos, que no han tenido respuestas o las que se han producido, no responden a las expectativas de los sectores afectados”.
En estos momentos, la economía venezolana se mantiene activa, gracias a la empresa privada y a sus esfuerzos, pero ¿tiene el sector privado la capacidad y el músculo financiero para continuar impulsando el desarrollo del país, dejando a un lado el capitalismo de estado? Planteamiento que hacemos al entrevistado.
“El sector privado en Venezuela siempre ha tenido y tiene amplia capacidad financiera y músculo dispuesto a activarse, siempre y cuando las condiciones lo permitan. Recordemos que hace 2 décadas éramos uno de los países pioneros en inversiones y desarrollo económico en general, siempre en la mira de los inversionistas, esos capitales han viajado por el mundo y están a la espera de una nueva oportunidad, ya que sin duda alguna retornarían, y los capitales acá represados saldrían al mercado para reforzar nuestra economía”.
En torno a las expectativas para el último trimestre del año, aun cuando algunos economistas proyectan algunos cambios positivos en la economía, debido a las flexibilizaciones de algunas políticas del oficialismo, para Palencia el panorama no se ve tan claro. “Es evidente que los escenarios económicos del 2020 fueron de poca producción y más aún afectados por la pandemia, las expectativas del 2021 no están muy claras, ya estamos arrancando el mes 9 de este año y hasta hoy, no existen cifras ni evidencias concretas que permitan decir que Venezuela ha entrado en un proceso de crecimiento y expansión de su economía, por lo tanto, solo en algunos sectores muy puntuales, como alimentos y medicinas, se observan crecimientos moderados, mientras se multiplican las importaciones en desmedro de nuestra producción nacional, mientras que el gobierno mantiene su posición indiferente”, afirma.
También quisimos conocer, cómo comerciante, que opina Palencia de la dolarización de facto, ¿a quien favorece? ¿Puede contribuir a la recuperación económica del país? ¿Recomendaría Impulsarla?
“Ante el valor decadente de nuestro signo monetario, se impone recurrir a otra moneda de solidez comprobada y el dólar cubre bien ese aspecto, por lo tanto, la dolarización se asume no por necesidad sino por conveniencia. Por supuesto que ayudaría a la recuperación económica, daría fortaleza a las operaciones financiera, económicas y confianza del país ante los mercados alternativos”, asegura.
Palencia insiste en el decreto de exoneración de impuestos para las importaciones, advirtiendo que todos aquellos bienes y servicios que se producen en el país, deben ser protegidos, aplicándole aranceles y los mismos tributos que pagan los empresarios nacionales, a quienes quieran traerlos importados, con lo cual se pondría fin a la competencia desleal que hoy existe.
Afirma que la exoneración solo se justifica para aquellos rubros arancelarios de productos no fabricados en el país, señalando que, todos los demás, deberían aplicárseles tributos similares a los que se aplican a productos nacionales.
Reactivar el crédito
Ante la casi eliminación total del crédito bancario, por el sistema financiero nacional, debido a la política de encaje del Banco Central de Venezuela, consultamos al empresario, que niveles de ajuste recomendaría para reactivar tanto el financiamiento bancario, como el crédito al consumo que prácticamente está en cero, debido a que una economía no puede crecer sin el apoyo del crédito.
“Creo que la tasa de encaje legal no debería ser mayor al 15%, de esta manera los capitales se orientan, mejoran y amplían los financiamientos, lo que dinamizaría la producción y rescataría los procesos de consumo, activan las inversiones, mejora el status económico, se diversifican las acciones multiplicadas por las actividades derivadas del movimiento monetario en manos de la población”.
Palencia es un convencido que una de las políticas que más daño ha ha generado en el aparato productivo venezolano, ha sido la del encaje legal, ya que ha impedido a los empresarios acudir a la banca para obtener recursos y financiar sus planes y proyectos de expansión, pero también han afectado al crédito de consumo, ya que los límites de las tarjetas de crédito no permite adquirir ningún bien o servicio.
Frenar la voracidad fiscal
Otro de los temas que ha afectado a las empresas del sector privado, tanto en el ámbito nacional como el regional, son los elevados impuestos de los gobiernos regionales y municipales, generándose en algunas regiones, como es el caso de Lara, acciones judiciales en contra de estos tributos, convirtiéndose en un obstáculo para el crecimiento de la economía.
“No debería llamarse políticas tributarias, sino, abusos tributarios de los diferentes organismos nacionales y municipales, en los últimos tiempos el estado ha implementado una rigorosa voracidad fiscal, no acorde con la situación económica nacional, esto ha conducido a que múltiples empresas, cierran o disminuyen sus actividades, se alejan a otros lugares, buscan otros rubros, experimentan en otros países, alejando un posible desarrollo económico en nuestras áreas.
Por otra parte refiere que ninguno de los servicios públicos como agua, electricidad, aseo urbano, transporte, han logrado ser eficientes en sus funciones básicas primordiales, los niveles de efectividad han bajado en forma alarmante, lo que ha contribuido a generar una calidad de vida deficiente, mientras tanto, las tarifas se han incrementado a niveles inaccesibles para muchos y los ajustes aplicados son injustos, irracionales y no justificados con unos montos impagables en algunos casos y un ejemplo lo es el de recolección de desechos sólidos para lo cual fue contratado en Lara una empresa foránea con aumentos que superan a 40000%
La pandemia ha afectado a todo el mundo
¿La digitalización y los avances tecnológicos podrán compensar el impacto negativo de la COVID-19 en la economía? Esta es una pregunta obligatoria en estos momentos.
“El impacto negativo de la pandemia no será, ni podrá ser compensado por elemento alguno, puesto que las perdidas y efectos negativos, no serán recuperados bajo ningún caso; solo controlando o reduciendo el acoso del mal, para lo cual son vitales los planes de vacunación masiva, podremos intentar y lograr superar la negatividad y enrumbar la economía, hacia mejores espectros con esfuerzo, constancia, persistencia y una voluntad por encima del deber ser, acompañados de todas las herramientas que pueden aplicarse para lograr las metas necesarias y de esa manera ampliar, abrir, modificar áreas de trabajo en las empresas que a su vez generan campos de trabajo, combatiendo el desempleo generado por la propia pandemia”.
Advierte que el esquema 7 + 7 es una simple cortina implementada por el gobierno, tratando de justificar su total ineficiencia en cuanto a la salud pública y el estado de indefensión que se encuentra el ciudadano con respecto a la emergencia de la pandemia, intentar combatir las enfermedades con la paralización parcial del país, por segmentos de tiempo, no es la fórmula adecuada, (es por demás insulso llamar cuarentena a la paralización económica de una colectividad nacional ávida de producción y fuentes de trabajo para su normal y necesaria supervivencia).