Guinness World Records ha certificado a dos hermanas japonesas como las gemelas idénticas más antiguas del mundo con 107 años, en un anuncio el lunes que coincide con el Día del Respeto por los Ancianos, un feriado nacional en Japón.
Umeno Sumiyama y Koume Kodama nacieron el tercero y cuarto de 11 hermanos en la isla Shodoshima en el oeste de Japón el 5 de noviembre de 1913.
Fueron separadas después de la escuela primaria, cuando enviaron a Kodama a trabajar como empleada doméstica en Oita, en la isla principal de Kyushu, en el sur de Japón. Más tarde se casó allí, mientras que Sumiyama permaneció en la isla donde crecieron y tuvo su propia familia.
Más tarde, las hermanas recordaron sus difíciles días de juventud. Al crecer, dijeron que fueron intimidados debido a los prejuicios contra los niños de nacimientos múltiples en Japón.
Ocupadas con sus propias vidas durante décadas, las hermanas rara vez se conocieron hasta que cumplieron 70 años, cuando comenzaron a hacer peregrinaciones juntas a algunos de los 88 templos de Shikoku y disfrutaron de la reconexión.
Sumiyama y Kodama tenían 107 años y 300 días al 1 de septiembre, rompiendo el récord anterior establecido por las famosas hermanas japonesas Kin Narita y Gin Kanie con 107 años y 175 días, dijo Guinness World Records Ltd. en un comunicado.
Sus familias le dijeron a Guinness que las hermanas a menudo bromeaban sobre sobrevivir a los poseedores de récords anteriores, conocidos cariñosamente como «Kin-san, Gin-san», quienes alcanzaron el estatus de ídolo a fines de la década de 1990 tanto por su edad como por su humor.
Aproximadamente el 29% de la población de 125 millones en Japón, la nación que envejece más rápido del mundo, tiene 65 años o más, según el Ministerio de Salud y Bienestar. Aproximadamente 86.510 de ellos son centenarios, la mitad de los cuales cumplió 100 este año.
Debido a las medidas contra el coronavirus, los certificados para su registro se enviaron por correo a los hogares de ancianos separados donde viven ahora, y Sumiyama aceptó el suyo con lágrimas de felicidad, según Guinness.
