“No te dejes vencer por el desaliento, jamás permitas que nadie te quite el derecho de expresarte, no abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario”
(Walt Whitman- poeta norteamericano)
Si la naturaleza nunca duerme, por nuestra parte siempre estamos soñando con algo que aspiramos lograr. Insistimos sobre este sueño, solo quienes mantenemos vivo el objetivo, la voluntad y el ánimo para lograrlo.
Irónicamente existen aquellos seres que al ser maltratados por un golpe de mala suerte, logran superar la racha, las zancadillas del destino o de las circunstancias, saliendo airosos de la dura prueba.
A los retos que la vida nos pone siempre al frente, es necesario darles la pelea avanzando hasta lograr lo que anhelamos. Si no lo logramos, al menos nos quedará el consuelo de haberlo intentado a pesar de lo agotador de la lucha de tener al frente constantemente el sombrío panorama de un inmenso apocalipsis.
Wall Whitman representa la encarnación de la lucha que libra el hombre a través del tiempo por llegar a la cima de sus sueños. Tanto por su innovación en el plano formal, como por su desafiante ruptura con las normas, de los acuerdos y costumbres, Whitman eligió y señaló caminos de realidad que desde entonces continúan siguiendo poetas y escritores de la actualidad. Tenía pasión por lo que hacía, defendió su libertad al aplicar en sus escritos y poemas todo lo sincero de su sentir y de mostrarse tal cual era sin normas, sin complejos, tabúes ni apariencias. La mayoría de los artistas se representan entre ellos con una norma a seguir, abigarrados alrededor de una escuela central.
Se puede ser original si se logra explotar libremente el sueño que se lleva dentro. Hasta en los sueños cada uno con sus propios recursos es soberano por derecho propio. En el avance por el camino de la ilusión no hay nada ni nadie que nos detenga el paso en la realización de lo que queremos hacer.
Escribir, pintar, componer, etc., es la manera que tenemos algunos de cultivar y levantar los sueños al aire de cada día, es el estandarte que señala nuestra presencia en el difícil campo de la vida.
Soñar es un don natural y divino, pero que duro es aprender el difícil arte de volar y llegar arriba a donde viven los cóndores, con la gran razón de que realizar los sueños no es para todos, para muchos los sueños son solo eso sueños… Y los sueños sueños son.
Amanda N. de Victoria