Si bien la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, doctora Michelle Bachelet, ha venido dando a conocer las rugosidades a que estamos sometidos los venezolanos, le ha faltado decir que este régimen tiene una actitud criminal, declaró el abogado constitucionalista Joel Rodríguez Ramos.
Porque, expuso, abandonó el servicio de salud pública y hoy los hospitales no sólo se encuentran en deplorables condiciones por falta de camas, medicamentos y de personal suficiente, sino que no funcionan los ascensores, no tienen los productos de limpieza y les falta hasta el agua, precisamente cuando ese líquido es esencial para la pesadez de las instalaciones y de las manos de las personas. Los pacientes, además de sus enfermedades, corren el riesgo de morir por la contaminación reinante. Y el personal sanitario no fue dotado de los equipos indispensables, motivo por el cual Venezuela es el país donde los niveles de mortalidad de los sanitarias es la más elevada del mundo.
La vacunación contra la pandemia de COVID-19 no ha sido bien programada y somos innumerables personas que recibimos la primera dosis de la vacuna rusa y no sabemos cuando nos aplicarán la segunda dosis.
La reaparición de enfermedades que habían sido extinguidas hace años, la desnutrición galopante que está atacando a los niños y ancianos, el crecimiento de la pobreza extrema y el descuido de organismos de salud, como los Seguros Sociales y el IPAS-ME, evidencian que a este régimen no le preocupa en absoluto la atención a las personas.
Es una actitud irresponsable que el régimen ordene el inicio de clases presenciales, en octubre, cuando los propios docentes y trabajadores denuncian que no existen condiciones en los planteles, ya que ni aulas, ni laboratorios, ni los baños, están acondicionados para que se cumplan las funciones educativas.
Ya vamos para la tercera reconversión monetaria, pero los trabajadores están devengando, como lo ha corroborado la doctora Bachelet, apenas un dólar por un mes de labores cuando los alimentos han experimentado un alza de 1.800 por ciento, lo cual deja ver claramente que este régimen es criminal, porque ni hombres, ni mujeres que laboran con ese mísero salario pueden cubrir las necesidades de sus familias.
El informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas es demoledor y es del conocimiento del mundo entero, pero, lamentablemente el régimen lo descalifica, cuando lo que tiene es precisamente corregir todos los errores que ha cometido con sus políticas nefastas.
La doctora Bachelet ha pedido la liberación de los presos políticos porque, en verdad, no sabemos porque Nicolás Maduro y sus colaboradores le tienen tanto miedo a personas que sólo han expresado su pensamiento como se los garantiza la Constitución y no están actuando como los terroristas que desde el Arauca matan, hieren y secuestran a los propios militares venezolanos, al mismo tiempo que los funcionarios de las FAES arremeten en los barrios y aumentan las ejecuciones extrajudiciales, como lo ha denunciado la propia doctora Bachelet. Eso sí es criminal y lamentablemente, el régimen apoya todas las violaciones de los Derechos Humanos que se cometen a diario y en todas partes de Venezuela.