Con el modelo fracasado que impusieron por la fuerza, el régimen aumentó la deuda nacional 5 veces, acabó con nuestras reservas internacionales y destruyó el aparato productivo venezolano, incluyendo PDVSA, que ahora produce a niveles de hace 60 años. Así, la desigualdad entre la población crece por el desastre causado por las malas políticas del régimen. En esta economía dolarizada, la gran mayoría de los venezolanos que tienen su sueldo exclusivamente en bolívares quedan excluidos y por eso no pueden cubrir sus necesidades básicas.
Hoy más que nunca resulta importante materializar un cambio político para implementar un modelo democrático que nos impulse al camino del desarrollo y el progreso social. La reconstrucción de nuestra economía depende necesariamente de contar con un Estado de Derecho fuerte y respetado, que genere la confianza necesaria en los ciudadanos y los inversores. Además, es clave contar con políticas adecuadas y pertinentes.
Generar acuerdos políticos es necesario para alcanzar la meta. Por eso, las negociaciones en México son tan importantes. El primer asunto a resolver es la necesidad de la gente y para eso hay que tomar decisiones acertadas. Venezuela demanda más que nunca la madurez política para construir las bases que permitan el retorno de la democracia.
Así, reinsertarnos en el sistema financiero mundial es necesario para acceder a herramientas de apoyo económico que, administradas correctamente, pueden ayudar a millones de venezolanos que tantas dificultades padecen. Esta reinserción solo será posible mediante acuerdos políticos que permitan el reconocimiento de la realidad del país.
Todos los esfuerzos de quienes nos dedicamos al mundo político deben estar guiados por mejorar la calidad de vida de los venezolanos y dar fin a su sufrimiento. El trabajo pasa por edificar soluciones eficientes y eficaces que sean duraderas en el tiempo, de modo tal que sean consensuadas entre los diversos actores de la sociedad. Hoy damos la batalla para dar respuestas a los problemas del pueblo venezolano.
Las soluciones que aspiramos están apegadas a la Constitución. Nuestro objetivo es reconstruir a Venezuela y hacerla un país democrático, de progreso y con instituciones fuertes a servicio de todos, sin distinciones de ningún tipo. Pronto elegiremos a nuestros representantes y el destino que queremos. Unidos podemos alcanzar nuestra meta. Estamos cada vez más cerca de lograrlo.
Stalin González