Para la no existen condiciones, ni siquiera mínimas, para que en octubre pueda iniciarse el período de clases presenciales, aunque se adopte el modelo de trabajo de siete por siete implementado por el Ejecutivo Nacional.
Al dar a conocer esa decisión, el profesor Manuel Galíndez, precisó los aspectos que impiden la actividad:
1- La situación económica precaria en que se encuentra el sector laboral, ya que no se ha hecho efectivo el aumento salarial y contractual, que lograron las federaciones a nivel nacional para todos los trabajadores de educación (docentes, empleados administrativos y obreros) dependientes de las 23 gobernaciones.
2- No ha sido vacunado ni siquiera el 30 por ciento de los educadores, así como tampoco el resto del personal que labora en las instituciones educativas tanto nacionales como estadales. De igual modo no se ha procedido a vacunar a los estudiantes.
3- No hay condiciones mínimas de trabajo en más del 90 por ciento de las instituciones educativas y de ellas, más del 60 por ciento, desde que la pandemia obligó al cierre de las actividades en sus instalaciones, han sido saqueadas. La delincuencia las dejó sin baños porque se llevaron las pocetas y lavamanos, además del cableado y el mobiliario de comedores, así como de todo lo que encontraron para su conveniencia. Además el deterioro de los inmuebles impide igualmente que haya algún tipo de actividad y para citar, sólo unos ejemplos, en el liceo Montes de Oca, el principal de Sarare, capital del municipio Simón Planas, se desplomó gran parte del techo y las paredes están en mal estado, pero todavía ningún funcionario nacional o regional ha procedido a ordenar los trabajos de reparación. Y uno de los liceos más importantes de Barquisimeto, como es el Villavicencio, no puede funcionar a causa del desmantelamiento de que fue objeto.
4- La falta de gasolina o gasoil, que se ha convertido en un problema crónico, no garantiza el servicio del transporte al personal de los planteles y, por supuesto, a los estudiantes. Al problema en cuestión se une la escasez de efectivo, ya que todos los ingresos que tienen las familias es destinado a la adquisición de alimentos.
5- En ese mismo sentido está la falta de alimentación para los estudiantes, porque dejaron de funcionar los comedores escolares y, naturalmente, el programa denominado PAE, que era el destinado a los educandos, desapareció. ¿Cómo pueden estudiar los niños sin tener nada en el estómago?
