Algo peor que sobrellevar una pandemia es tener que padecerla sin agua en los hogares, siendo esto muy habitual en todo el estado Lara.
Pero escasez de agua potable no solo dificulta cumplir con las medidas de bioseguridad para prevenir la COVID-19, sino que además puede provocar problemas gastrointestinales, deshidratación u otras enfermedades producidas por bacterias, virus y parásitos.
Así lo explica la doctora Deyanira Gentile, coordinadora de la comisión de la COVID-19 del Colegio de Médicos en Lara, quien expuso a Elimpulso.com su preocupación por la escasez de agua en la región, una carencia que cada año se acentúa aún más y afecta, no solo en cada hogar, sino a los propios centros sanitarios.
“El lavado de manos es uno de los principios fundamentales de la prevención contra la COVID-19, este debe durar aproximadamente 30 segundos utilizando bastante agua y jabón (…) entonces, si tú no tienes disponibilidad de agua ¿Cuántas veces al día puedes lavarte las manos?”, cuestionó la especialista, quien agrega que esta limpieza debe realizarse cada dos a tres horas por día, pero que las familias prefieren usar el agua para cocinar o la guardan para cuando sea necesario utilizarla.
Expone que entre otros problemas que pueden presentarse en el cuerpo humano por la escasez de agua, o incluso, las contaminadas, están las enfermedades hídricas (Gastroenteritis, hepatitis A, cólera y fiebre tifoidea), además de las parasitarias como es el caso de la sarna.
Crisis sanitaria: Hospitales en Lara sin agua
Los centros hospitalarios del estado Lara no escapan de esta lamentable realidad, siendo el Ambulatorio de Cabudare, en el municipio Palavecino, uno de los más afectados en los últimos años.
Al recorrer este centro sanitario es normal toparse con pipas de agua en los pasillos debido a que el vital líquido casi no aparece a través de los grifos. “El Ambulatorio de Cabudare ha estado en la palestra en los últimos meses porque sufre el déficit del suministro de agua, tal vez esto sea por el problema que presenta Cabudare en general”, opinó Gentile, sumando a la lista al Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (HCUAMP) de Barquisimeto.
“En el (Hospital Central) Antonio María Pineda, cuando la bomba no está operativa el agua no sube a los pisos cuatro y cinco, entonces eso afecta a pacientes, médicos y enfermeras (…) se utilizan pipas e incluso se le pide a los familiares de los pacientes que lleven potes de cinco litros cargados de agua que sirvan para el lavado de manos y aseo en general”, acotó.
Como dato extra, la doctora indicó que en julio de 2020 el Colegio de Médicos entregó un informe sobre la escasez de agua y sus consecuencias a la Gobernación del estado, la Dirección de Salud, la Defensoría del Pueblo y la Contraloría Sanitaria.
