El caso de una joven que no pudo ser ingresada en el Hospital Pastor Oropeza de Carora durante una emergencia que presentó en sus siete meses de embarazo, pone en alerta al resto de mujeres que acuden a este centro asistencial para parir.
Cristy Dorantes, de 29 años de edad, contó que llegó al hospital con síntomas de parto, pero como tiene siete meses de gestación le indicaron en principio que allí no había incubadora para proteger al bebé, aunque luego cambiaron la versión.
Dijo que le aseguraron que sí había incubadora, pero no oxígeno y otros insumos para mantener al nacido con vida.
la afectada manifestó que la opción fue enviarla con una orden a Barquisimeto, bien al Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda o al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Cualquiera de estos dos debía recibirla. Era cerca de las 12:00 de la medianoche.
El problema se agravó porque, para el momento, el hospital no contaba con ambulancia para el traslado, lamentó. Sostuvo que tampoco contaban con ambulancia el Cuerpo de Bomberos y Protección Civil, cuyo personal la pudo haber prestado apoyo en el traslado.
Finalmente, puntualizó, se vio en la imperiosa necesidad de recurrir a un vehículo particular y aunque logró conseguir gasolina subsidiada por el sistema de salud, viajó hasta Barquisimeto sin las medidas y cuidados apropiados que requería ante su estado de embarazo de alto riesgo.
Dorantes pidió a las autoridades de salud de la región abocarse a mejorar las condiciones de la maternidad de Carora, tanto en insumos como en personal, porque sus vidas corren peligro.
