A diferencia de las otras cinco reuniones con la oposición en las que el régimen abandonó la mesa de negociaciones, ahora no podrá levantarse sin concretar acuerdos, sostiene la Organización Democracia y Libertad.
Su coordinador nacional, el profesor Pedro Pablo Alcántara, al hacer tal afirmación se basa en que el encuentro, que tiene lugar en México, está bajo la mira no sólo de Estados Unidos, Canadá y gran parte de los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), sino también del Grupo de Contacto y la Comunidad Europea.
En otras palabras, explicó que los ojos de una gran parte del mundo están viendo la actitud del régimen, el cual se encuentra aislado y sus aliados, especialmente Rusia, China, Irán y Cuba, no pueden resolverles fácilmente sus dificultades, sobre todo porque el colapso venezolano es de graves proporciones.
«Hay que comenzar por definir las representaciones de las partes», expuso. «La que representa a Maduro y los ocupantes del poder tienen el peso de la crisis, por un lado y por el otro, la que representa a la oposición venezolana, perseguida, sometida, hostigada, encarcelada, con saldo de muertos, heridos, desaparecidos y prisioneros políticos, está demostrando su condición de ser democrática. Tienen por delante que resolver los problemas de la gobernanza, de la recuperación de la democracia y la crisis humanitaria».
Destacó que se ha respetado la conformación de la mesa de negociación y se espera soluciones, las cuales aliviarán el pesar de los venezolanos dentro del territorio y de la diáspora. «Ese es el primer logro».
El segundo mencionó que la aprobación del documento para el entendimiento contiene asuntos, para los cuales han tenido unos cuantos días para presentar en la reunión del primero de septiembre las respuestas. Señaló que los otros temas que no son públicos en este momento se sabrán a partir de los acuerdos que se alcancen en esa primera reunión.
«Una de las cosas fundamentales es que los acuerdos que se alcancen serán anunciados y cumplidos».
Alcántara resaltó que lo que ha fallado en las anteriores conversaciones no puede ocurrir ahora. Recordó que ambas partes, en esas cinco oportunidades, admitieron que hasta que no llegaran a acuerdos, no harían anuncios parciales. A su parecer, la realidad de las negociaciones es que se comienza por aquellos aspectos en los cuales no hay diferencias sustantivas. Lo lógico entonces es que se aprueben y pongan en práctica. «No hay por qué esperar, como sucedió en Barbados y en Oslo, ya que tras completarse el 98 por ciento de las propuestas entre las partes y faltando poco, el régimen se levantó y salió huyendo. Ni siquiera esperó que el sector democrático, presentara la propuesta de solución. Ni fue oída».
Sostiene que en en esta oportunidad no lo podrán hacer, puesto a que quienes tienen el control territorial del país y la ocupación y el dominio de las instancias de lo público quedarán evidenciados en el mundo como sujetos que no merecen estar en la condición de la otra parte.
El coordinador de la Organización Democracia y Libertad, declaró que el asunto de las sanciones no son sólo de Estados Unidos, sino también de la Unión Europea, el Grupo de Contacto y Canadá, quienes han determinado desde el 2018 en adelante que la facción de Maduro violó la Constitución al promover una Asamblea Constituyente, absolutamente espuria, a juzgar por los resultados: no produjo ningún texto constitucional, que a juzgar por la Constitución y su única función fue ser simplemente un remedo o copia mal hecha de la auténtica Asamblea Nacional para justificar la argucia de Maduro, que era decirle a los venezolanos y al mundo que esa Asamblea tenía facultad para convocar un proceso electoral, donde previamente se quitaron tarjetas, se inhabilitaron opositores, se persiguieron y encarcelaron miembros de los comandos de los partidos, se abusó al convertir al Tribunal Supremo de Justicia en un instrumento electoral.
«La comunidad internacional le advirtió a Maduro que su período terminaba el 5 de enero de 2019. En consecuencia no podía ocupar de manera ilegal la presidencia de la república, por eso se activó el artículo 233 de la Constitución para que no hubiera vacío de poder, sino una continuidad en el ejercicio. Ahí está el origen de la usurpación y de la violación constitucional que fue conocido por el mundo democrático».
Finalmente, aseveró que el colapso de la economía tiene nombres y apellidos: Hugo Chávez y Nicolás Maduro. «Son los responsables de destruir la capacidad productiva, la capacidad transformadora industrial, el valor de la moneda, la propiedad privada, la inversión. Y el caos de los servicios, así como ocasionar una diáspora, que no cesa porque los problemas se agrava cada día más. La peor administración en toda la historia venezolana».