El coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia en Lara, Carlos Meléndez Pereira, aseguro que Venezuela es aún considerado uno de los países más violentos de la región latinoamericana y así lo han evidenciado los informes de esta organización en los últimos años.
Meléndez precisó que, en efecto, se registran menos delitos en Lara, pero la baja viene originada por la crisis, la emergencia humanitaria compleja, la pobreza y el control criminal ejercido entre policías y bandas armadas.
En el análisis de los primeros seis meses del 2021, el sociólogo precisa que se han evidenciado cambios en los patrones de violencia delictiva, lo cual no hace que esta disminuya.
“La razón de ello está en la propia crisis humanitaria, la cual cubrió la violencia delictiva; arropó las causas que las provocan y los efectos los complejizó. En las principales ciudades hubo una disminución de la renta, la migración provocó cambios demográficos, los más pobres se convirtieron en población con necesidades humanitarias y, por supuesto, el crimen violentó se transformó”, afirmó.
Destaca Meléndez, que en el caso de Lara, la salida de circulación de un enorme porcentaje del transporte público terminó en una reducción del robo en este medio. Mientras que en el sector educativo la ausencia del personal en escuelas, liceos y universidades provocó mayor hurto en estas instalaciones.
El coordinador del OVV Lara destacó que es importante identificar algunos factores que están produciendo violencia o que están asociados a ella y que actúan de manera simultánea, en este contexto: la estanflación, la sustitución del bolívar por el dólar en algunos sectores, las migraciones internas y externas, la falta de combustible en el interior del país y las nuevas soberanías irregulares del Estado venezolano.
Meléndez agregó que lo que se registra en Lara es una violencia distinta a la de la primera década del siglo XXI. «En muchos de los barrios de Barquisimeto ya no se roban bienes suntuosos, sino bienes para la subsistencia”, dijo.
Transformación de la violencia
Hay una transformación de la violencia producto de la dinámica de la sociedad venezolana. Así se explica que el robo, el secuestro y la extorsión disminuyeron, al igual que el homicidio con intención de robo, detalló el OVV Lara en una nota de prensa.
Meléndez informó que en los últimos meses la violenvia se ha trasladado a zonas agrícolas, específicamente a los municipios Torres, Morán, Jiménez y Simón Planas.
“Muchos de los delincuentes abandonaron las zonas urbanas y se movilizaron hacia aquellos espacios que tenían actividad agrícola o ganadera; es decir, territorios con una renta de más fácil acceso desde el crimen”.
“Los robos de vehículos y viviendas de lujo, los secuestros express y las extorsiones ocurren en menor medida por la falta de combustible, por la reducción de la oferta, y no por mayor seguridad en las calles. No obstante, en 2021 hubo un incremento de la violencia de género, feminicidios y suicidios asociados con la crisis”, explicó el sociólogo.
«Seguimos siendo una sociedad vulnerada e insegura», recalcó.