Para el presidente de la Federación Nacional de Sociedades de Cañicultores, doctor José Ricardo Álvarez la desinformación que existe respecto a la situación actual del Central Rio Turbio, empresa emblemática dentro del sector azucarero a nivel nacional, es preocupante, “una especie de caja negra mortal”.
Álvarez indicó que, a muchos meses de ser intervenida esta empresa por una Junta designada por la administración de Nicolás Maduro, no se sabe nada sobre su destino y de las posibilidades de su reactivación, algo que mantiene en vilo a centenares de trabajadores de campo y factoría, además de los muchos productores agrupados en la Sociedad de Cañicultores del Turbio, instancia orgánica dentro de la Federación que cuenta con la solidaridad y apoyo institucional.
“Es de justicia el que los responsables actuales de la administración de esta empresa informen sobre sus gestiones, sus avances y logros para que todos los actores del mundo de la cañicultura aportemos el respaldo necesario para que este Central sea reactivado. Esta solicitud que hago formalmente como presidente de Fesoca atiende al interés que el propio gobierno ha expresado en darle estímulos al sector privado en aras de la recuperación económica del país, intención oficial que ha encontrado acogida dentro de la nueva dirigencia que asume la vanguardia empresarial en nuestro país”, destacó.
El central es un guardián de los valles del turbio
El presidente de Fesoca recordó que el Central Rio Turbio forma parte inseparable de la siembra de caña de los valles de este rio icónico de Barquisimeto y que en tal sentido el destino de uno y otro está unido de manera sólida y permanente.
“Cuando uno viaja de Barquisimeto a caracas y desvía su mirada hacia el Valle del Turbio se destaca de forma clara el Central y su Torre, antes humeante y ahora apagada, como si fuera un centinela, un guardián de las zonas verdes que lo circundan. Y esta metáfora literaria se convierte en verdad al asumir que es la factoría lo que permite la siembra de caña como actividad sustentable económicamente. Importante es también recordar que la defensa del Valle del Turbio como área protectora del ambiente de los Municipios Iribarren y Palavecino, de Lara y Municipio Peña de Yaracuy, fue motivo de intensas jornadas de movilización ciudadana. En el caso de Iribarren es oportuno recordar las gestiones que hizo la sociedad civil a través de la Sociedad de Amigos de Barquisimeto, convertida luego en Fundación. Fue por intermedio de estas instancias en las cuales se concitaron instituciones y personalidades de Barquisimeto como se logra protección legal para este valle y de sus 24 mil hectáreas se preserven 12 mil para las siembras de caña, como cultivo ecológico”, señaló.
La caña es poderoso generador de oxigeno
“El que los decretos de protección ambiental sobre el Valle del Turbio privilegien el cultivo de la caña de azúcar no es una simple concesión a los productores de este rubro y al Central, instalado en la década de los cincuenta del siglo 20, tiene que ver sobre todo con la muy especial característica de esta planta”, advirtió el doctor Álvarez, quien sostuvo que es un vegetal C4, el más eficiente transformador de dióxido de carbono en oxigeno.
“Como evidencia científica para la mejor comprensión de esta virtud ecológica baste decir que una hectárea de caña de azúcar consume 42 toneladas de dióxido de carbono al año y aporta al ambiente, en el mismo periodo, nueve toneladas de oxigeno. Así que la decisión de preservar el cultivo de caña de azúcar en el Valle del Turbio se justifica por una razón científica y no por complacer a ningún sector en particular. Si la lucha era y es que el Valle del Turbio sea un pulmón vegetal para Barquisimeto, Cabudare y Yaritagua, ninguna planta cumple al máximo esta exigencia como la caña, la cual además es un cultivo permanente y de poca labranza”, expresó.
Urge una respuesta oficial
Álvarez concluyó que, en estos momentos cruciales para el país, donde el foco de todos los dirigentes políticos, económicos y sociales, es buscar un acuerdo de salvación nacional es urgente que todos los problemas relacionados con el cometido de la recuperación económica sean analizados y resueltos.
“Por ello consideramos como tema urgente el relativo a la parálisis que confronta el Central Rio Turbio, del cual depende el sustento vital de miles de familias larenses, En este sentido como presidente de Fesoca hago esta solicitud de buena fe, esperando una respuesta rápida de las instancias nacionales de gobierno y de las autoridades regionales. Todos queremos lo mismo, que Venezuela salga adelante”, refirió.
