El pueblo venezolano está cansado de excusas. Para todos los problemas que vivimos, que son muchísimos, hay una constante: el régimen no es responsable de nada. A la crisis humanitaria compleja que padecemos los venezolanos se le debe añadir el colapso y deterioro del sistema eléctrico nacional. Gran parte del territorio puede durar horas y hasta días sin servicio eléctrico y la única constante son las excusas: iguanas come cables, fenómenos naturales como “El Niño”, o ataques electromagnéticos dirigidos por otros países.
Como la gran mayoría de problemas que sufrimos los venezolanos a diario, el del sistema eléctrico nacional tiene dos causas principales: la ineficiencia y la corrupción. Los venezolanos lo que queremos y necesitamos son soluciones y las respuestas solo llegarán a través del retorno de la democracia al país. Solo instituciones sólidas e independientes que trabajen en pro de los venezolanos, para el desarrollo y progreso social del país, podrán cambiar la realidad que padecemos.
Una Ley Orgánica del Sector Eléctrico, dentro de una democracia viable, sería un instrumento fundamental para recuperar el sector eléctrico nacional. Esto permitirá crear un órgano rector único en materia de energía, el cual definirá de forma integral la política energética nacional. Es clave contar con una Institución que sí garantice que los usuarios reciban un suministro de electricidad de calidad sin interrupciones.
El sector privado también será necesario para la reconstrucción del sistema, por lo tanto, se debe apuntar a un mercado competitivo en el que participen productores y comercializadores de energía eléctrica, siempre que estén sujeto a normas para asegurar eficiencia en la producción de electricidad y el menor costo posible para los usuarios del servicio. Las empresas privadas estarán limitadas solamente por criterios que eviten el control del mercado de electricidad por cualquiera de ellas.
No podemos ignorar que el proceso de recuperación económico y social será progresivo. Millones de venezolanos se encuentran hoy sumidos en la pobreza y todo este mal solo puede erradicarse paulatinamente, pero sin desviar la mirada y trabajando arduamente cada día por ello. Así, para asegurar que todos los usuarios del servicio eléctrico puedan pagar el costo de su prestación, sin importar su nivel de consumo o su ubicación, se deberá crear un sistema de subsidios directos temporales y focalizados de carácter nacional, estadal y municipal.
La prestación del servicio eléctrico no se trata solamente de que en las casas de los venezolanos haya luz y se puedan usar los electrodomésticos, se trata también de tener un servicio óptimo y confiable para que la industria pueda operar y producir. Allí es donde debemos dirigirnos, para consolidar a Venezuela en un país con avance y desarrollo. Recuperar la democracia significa también recuperar nuestra calidad de vida.
Stalin González