Debido a la escasez de bicarbonato que se reporta desde el 20 de agosto de 2021, la salud de al menos 1.000 pacientes renales de los estados Lara, Falcón , Táchira y Carabobo, está en riesgo, revela Reymer Villamizar, coordinador de Amigos Trasplantados de Venezuela, quien asegura que sin este insumo no será posible cumplir con el tratamiento tres veces a la semana.
«Desde Lara, Falcón, Táchira y Carabobo comenzamos a recibir reportes de que no habían llegado nuevos lote de concentrados de bicarbonato y de que lo que tenían alcanzaría hasta el 23 de agosto. Para rendir lo poco que hay en las unidades de diálisis, les reducen las horas de tratamiento a los pacientes. De cuatro horas que debe durar cada uno, lo bajaron a tres horas o dos horas y media. Esto impacta en la vida de los pacientes», explicó Villamizar a Transparencia Venezuela.
El Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) comunicó a los delegados de estas unidades de diálisis que durante la semana del 23 al 27 de agosto recibirían el bicarbonato. Se comprometieron a entregarlo entre lunes y martes a los estados más alejados de Caracas; sin embargo, al cierre de esta nota, todavía no había llegado el concentrado de bicarbonato a los centros que reportaron la escasez.
Cada concentrado de bicarbonato dura aproximadamente tres horas y 30 minutos. Ante la escasez, el personal que atiende en las unidades de diálisis se ha visto obligado a reducir las horas de tratamientos y, a su vez, a compartir el concentrado con el propósito de que alcance para todos los pacientes del turno.
El bicarbonato es un insumo indispensable para los pacientes en diálisis; sirve para eliminar las toxinas de la sangre. Así como el agua, que también presenta fallas en las unidades de diálisis del país. Sin agua, tampoco se puede cumplir el tratamiento, resalta Villamizar, al mismo tiempo que cuenta que el agua debe pasar por una planta de ósmosis inversa, las cuales no reciben mantenimiento en la mayoría de los casos.
“Si el agua no está en buenas condiciones, esto representa problemas irreversibles como la osteoporosis. La persona comienza, por lo general, las unidades de diálisis reciben el agua a través de camiones cisternas. Douglas Morales, vocero de la Unidad de Diálisis Razetti, indicó que allí requieren al menos seis cisternas diarias. Contó que cuando se reportan retrasos en el inicio del tratamiento es porque los camiones deben surtir gasolina a primera hora de la mañana, luego ir al llenadero y trasladarse hasta la unidad de diálisis.
El 21 de agosto, en el El Ángel, una de las seis unidades del estado Lara, reportaron fallas con el agua. Al menos 131 pacientes se vieron afectados por esta situación. Una de las pacientes, Yaniris Evies, dijo a Transparencia Venezuela que por esta irregularidad se atrasaba la hora de conexión a las máquinas de hemodiálisis y se reducía el tiempo de tratamiento.
“El 20 de agosto correspondía la entrega de tratamiento rutinario de los pacientes renales, entre esos antihipertensivos y anticoagulante, y no fueron entregados completamente. Desde noviembre de 2020 no recibimos el tratamiento como corresponde. Todas estas fallas en nuestro tratamiento nos trae inestabilidad en nuestra condición, descompensación y posterior muerte”, agregó Evies.
Amigos Trasplantados de Venezuela estima que a comienzos de 2021, en Venezuela había entre 6.000 y 6.500 personas en diálisis. Es probable que esta cifra haya disminuido a principios del segundo semestre del año, debido a los contagios por la COVID-19, a las fallas que se reportan en las unidades de diálisis, hospitalarias y extrahospitalarias, y a la suspensión del programa de trasplantes.