Julio Borges, Comisionado Presidencial para las Relaciones Exteriores del Gobierno Interino de Venezuela, se refirió este viernes a la vacunación contra la COVID-19 y el retorno a clases presenciales en octubre, anunciado por el régimen de Nicolás Maduro.
El funcionario aseguró que sería un crimen de la dictadura, forzar el retorno a clases sin acelerar la vacunación de los venezolanos, e hizo un llamado a la comunidad internacional a donar vacunas para salvar vidas en el país.
“Hoy según datos de la Universidad de Washington, tenemos menos del 5% de la población vacunada completamente, y según las proyecciones a este ritmo de vacunación en octubre no se logrará ni siquiera el 10%. Ante este contexto, es un crimen que el régimen de Maduro pretenda retomar las clases presenciales como en otros países, la pandemia está lejos de ser controlada y se debe a la inacción y politización de la dictadura”, destacó.
Asimismo, según lo reseñado por el Centro de Comunicación Nacional del Gobierno Interino, Borges se refirió al estudio que dio a conocer el Observatorio de Universidades.
“El último estudio del Observatorio de Universidades señala que 88 % de los profesores y 90 % de los estudiantes no han sido vacunados, con estos porcentajes es un crimen reiniciar las clases presenciales. A Maduro no le importa la vida de los venezolanos, por eso impidió la llegada de la vacuna Astrazeneca, politizó el acuerdo de Covax, mintió con las cifras de contagiados y fallecidos”, sostuvo.
Por último, el comisionado escribió en su cuenta de twitter, que es fundamental que el mundo pueda donar vacunas para Venezuela, ya que la dictadura no se preocupará por acelerar la vacunación.
“Los venezolanos están a la deriva, expuestos a un virus letal. Por eso se requiere donar todo tipo de vacuna para que se puedan salvar vidas. La soberbia y el deseo de control de una dictadura no puede estar por encima de la vida de los venezolanos”, finalizó.