Sugieren que los venezolanos que tienen la primera dosis de la rusas, terminen su esquema de vacunación con la Sinopharm.
En febrero de 2021 Nicolás Maduro informó que había invertido 200 millones de dólares para adquirir 10 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus, pero hasta ahora se conoce de forma oficial que se ha recibido sólo 1.430.000 de las acordadas. Es por esta razón que, según estimaciones de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría seccional Aragua, entre 400.000 y 600.000 venezolanos quedaron «guindando» en su proceso de vacunación, pues aunque pudieron tener una primera inyección, pasados los 21 días que debían esperar para ponerse la segunda dosis, acudieron a los centros para inmunizar y no había.
Ante este escenario, médicos venezolanos recomendaron no seguir aplicando a la población más primeras dosis del fármaco ruso hasta no tener la garantía de que habrá una cantidad suficiente que permita completar el esquema de inmunización tanto para las personas faltantes, como para el poco que podría recibirlo si el gobierno ruso hace el envío.
Además, hicieron la acotación de que sin importar el tiempo que pase entre una y otra dosis, lo importante es que se está generando memoria inmunológica en el cuerpo.
Durante el foro «Sputnik V: ¿Qué hacer ante la falta de segundas dosis?», organizado por TalCual, Alejandro Crespo, miembro de la Comisión Nacional de Inmunizaciones de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría (SVPP), recordó que la escasez del fármaco fabricado por el Centro Gamaleya está afectando no sólo a Venezuela, sino a más de 60 países que compraron cargamentos de vacunas a Rusia, que ha tenido retrasos en las entregas de lotes debido a la falta de capacidad productiva.
Iniciar vacunación desde cero
Es por ello que han surgido dudas sobre si combinar formulaciones diferentes, como la rusa y la china – las únicas que han llegado al país-, podría ser una solución a la escasez de segundas dosis de Sputnik V. Y si bien no hay evidencia científica que lo avale, Crespo recomienda que los venezolanos que tienen la primera dosis de la rusas, terminen su esquema de vacunación con la Sinopharm. Aseguró que en estudios pasados referentes al ébola se ha determinado que la vacunación heteróloga parece provocar una mejor respuesta contra las enfermedades.
Eso significa que el ciclo de inmunización se inicia con un adenovirus y se culmina con otro, tal y como ocurre con la Sputnik V, cuya primera aplicación contiene un adenovirus 26, mientras que la segunda posee adenovirus cinco.
«La vacunación heteróloga funciona bien, o sea dos tipos diferentes de vacuna, cuando utilizamos una que estimule el sistema inmunológico, en su porción celular, y luego usamos otra que estimule la porción humoral. Sería bueno combinar una vacuna de vector viral con una vacuna de ARN mensajero, como se hizo en España, que se empezó con AstraZeneca y terminar con Pfizer y Moderna. Utilizar dos veces el mismo vector no parecía dar mayor resultado», explicó Crespo.
No obstante, dijo que la evidencia científica hasta ahora da cuenta de que combinar una vacuna de vector viral no replicante, con una vacuna como la de Sinopharm, que es de virus inactivado, no parece mejorar la respuesta inmunológica. Por tanto, decirle a los venezolanos que lo mejor es comenzar con Sputnik V y termine con Sinopharm no es la mejor idea.
«Pero ante esto -la falta de vacunas rusas-, probablemente con los 600.000 venezolanos que quedaron sin segunda dosis de la rusa debería empezarse a plantearse vacunarlos desde cero. ¿Cómo hacemos con un niño que no sabemos si se vacunó de polio o sarampión y hay epidemia? Se empieza a vacunarlos a todos sin importar su estatus vacunal», comentó.
Por su parte, Roque Aouad, médico infectólogo del estado Aragua, difirió con Crespo y dijo que debe esperarse a que lleguen más lotes de la formulación rusa, pues consideró que debido a la tecnología que usa Sinopharm -la elaborada en China-, no es conveniente combinarlas.
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