Los verdaderos universitarios que en la conjunción del verbo , ni en pretérito, ni en presente ni en lo futuro , ni hacen ni harían trampas , la gente de cultura académica, los que estudian y los que han estudiado y los que entienden que estudiar es aprehender el conocimiento de manera virtuosa , que estudiar implica la participación efectiva del estudiantado en el quehacer y la labor del binomio discente – docente, pero incluso más allá con la intervención de tecnologías y avances estratégicos; para asgar el conocimiento y ponerlo en práctica con base a fundamentos, principios, axiomas y teorías científicas , esa presencia real en la captación y construcción del ser, del saber y del conocer física ( limitada ahora por la pandemia ) e intelectualmente; ese universo de estudiantes, profesores, «autoridades decentes» y egresados que reconocen y vibran cognitivamente con el substratum y la real filosofía, la misión , la visión y los fundamentos que inspiran, impulsan y sostienen una alma mater sana. Solo esta gente proba y decorosa entenderá los aspectos y circunstancias a que se contrae el presente artículo. Al mundo científicamente honesto de la Alma Mater se le honra con puntualizar lo que aquí se aborda.
Los otros, son una deshonra, «que son con los que hay que abrir los ojos de la conciencia», para seguir poniéndolos al descubierto por sus endemoniadas acciones; ellos se creen justificados y que les asiste un derecho de timar a la sociedad, a la universidad y a la academia, son unos rufianes que ni medianamente lo podrán entender porque están hechos para delinquir, ya están entrenados desde sus hogares porque no pueden concebirse tanta destreza y habilidosa maña para la corrupción sin previo entrenamiento. El fraude académico además de no ser ética ni moral ni legalmente correcto, es una bandera de corrupción, de suciedad, de putrefacción, de asqueo y de saqueo universitario, de descomposición de las instituciones sociales. Y no me refiero exclusivamente al estudiante que se copia, sino a mucho más allá, a bandas y redes internas con satélites gravitando desde las afueras de la planta física o el recinto universitario pero con conexión alcahueta intramuros, que desfalcan la credibilidad universitaria y se burlan de la sociedad.
Imagínate que en materia de educación superior, se monte toda una estructura legal, pero que unos advenedizos se apropien de sus destinos y derroteros y aprovechándose de esa fachada legal e institucional, entonces la usufructúan criminalmente para la venta de títulos, diplomas, cartones y toda cuanta credencial pueda otorgar esa universidad. Y que sean tantas las estructuras de criminalidad interna con extorsiones en altas cantidades de dólares para cualquier solución ilícita y la impunidad de las faltas para el silencio conveniente. Una universidad creada para nobles ideales, es mancillada por una cuerda de delincuentes que aparentan rectitud y pulcritud, cuyos discursos de decencia son solo para auditorios y no para conciencias llenas de pureza, que de sus bocas brotan mentiras; que todo es una farsa y se cimentan en el fraude académico, para otorgar títulos a quienes los paguen en dólares y el negocio lo tienen montado y se enseñorean impunemente. Los títulos salen legales pero son un fraude, una estafa.
Figúrate que entables trato con las autoridades de una universidad, porque creas tontamente que siendo quienes llevan los destinos de esa Alma Mater, se portarán como sus dolientes , a la que tienen el deber de proteger y a quienes creías meritorios y correctos, les tengas respeto y los creas unos grandes hombres y nobles ciudadanos, pero con sus acciones de respaldo a los mafiosos internos y externos de la Alma Mater, demuestren ser autores , cómplices y encubridores y sean los representantes del Capo di tutti capi. El Jefe mayor de la banda con toda una organización intramuros y extramuros. Es la aberración toral, cuando el padre permite violar y sodomizar a su hija, el nivel de descomposición es tan elevado, que quedamos pasmados. Llegará el momento que todo se pondrá al descubierto, todos los intríngulis de esas mafias y sus modos de proceder, además de su ramificación tentacular. El largo brazo de la ley les pondrá los ganchos.
Para que tengan una visión inmediata de lo que quiero establecer, lean en internet mi artículo El oidor y sus intereses inconfesables.
¿Cree usted en esta hipótesis? ¿No puede existir una universidad tan meretriz verdad?
Crisanto Gregorio León