La falla constante es los servicios básicos es uno de los grandes problemas que afronta el venezolano día tras día. Tomemos el agua como ejemplo. Son inhumanas las penurias que sufren los ciudadanos para poder llevar un poco de agua a sus hogares, como cargar agua de vecinos o desde otros sectores. Todo como consecuencia de 21 años de un modelo político que destruye todo a su paso. El régimen se robó el dinero de los venezolanos, no invirtió para mejorar los servicios básicos y hoy sufrimos las consecuencias.
Debemos tener una postura seria que no solo denuncie tales injusticias, sino que también proponga soluciones. Que alerte e informe a los venezolanos, pero también que acompañe y defienda. Esta realidad nos debe mantener enfocados en ella. El acceso al agua potable es un Derecho Humano esencial expresado en nuestra Constitución, y por eso debemos exigirlo, en especial en estos tiempos de pandemia cuando más necesitamos de ella para cumplir con los métodos de prevención del COVID-19.
Si queremos rescatar a la red de abastecimiento de agua potable nacional del desastre que causó el régimen, es necesario que exista planificación gerencial, preocupación real por el desarrollo y transparencia en las finanzas. Así se puede garantizar supervisión real por parte de las instituciones y que los funcionarios públicos a cargo de este sector trabajen realmente en pro de Venezuela y no de sus intereses personales.
También resulta necesario el trabajo conjunto con las Organizaciones no Gubernamentales que le han hecho seguimiento a este tema durante todos estos años. Sus propuestas, estadísticas y conocimientos en el área pueden ayudar a solventar de una manera más efectiva y eficiente la problemática que afrontamos. La sociedad civil es un actor fundamental para afrontar la crisis nacional desde una perspectiva de primera mano. Este es el camino para que las soluciones sean en verdad duraderas en el tiempo.
Venezuela necesita más que nunca un cambio de modelo político para poder gozar de instituciones democráticas solidas e independientes que trabajen por el bienestar de los venezolanos. Necesitamos que en el país las instituciones y organismos del Estado se enfoquen en solventar problemas, tanto del agua, como también las fallas en los demás servicios básicos.
Seguir luchando por alcanzar el retorno de la democracia al país y poder dar fin a la tragedia que vivimos, es una necesidad cada día más urgente que no estamos dispuestos a ignorar. Nuestro trabajo y compromiso es con los venezolanos, para que puedan vivir en una nación donde el acceso a los servicios básicos sea la norma y no una excepción que solo disfrutan unos pocos.
Stalin González