El criterio de sexo seguro se refiere a que el hombre o la mujer puede tener sexo antes del matrimonio o si estuviera casado fuera de él, sin poner en peligro la salud física o conyugal. Entonces, recomiendan una serie de métodos para logarlo de los cuales hablaremos más adelante. Pero se olvidan, que eso no cubre la salud mental, moral y espiritual donde el daño es mucho mayor.
La época Pos-Moderna ha calado demasiado rápido en el mundo y Venezuela no escapa a ello. La juventud, gran parte de los adultos y muchos de la tercera edad concuerdan en que las relaciones sexuales antes del matrimonio o fuera de él son normales. Sostienen, dándose la mano con la sicología, que un esposo o esposa insatisfecha sexualmente, puede tener un amante de vez en cuando. Y los jóvenes pueden tener sexo con “cuidado” antes de casarse. Hasta las iglesias cristianas se hacen de la vista gorda con este Mandamiento.
Gracias a Dios los medios de comunicación se han desarrollado vertiginosamente y si bien se usan a menudo para pervertir la moralidad, la espiritualidad y la familia incluso, Dios también puede usarlos para bien. Permite podamos abordar estos temas, que estamos seguros tocará a alguna conciencia, por cuanto lo ponemos en oración sincera antes de su publicación, para que toque y produzca rectificación de conductas equivocadas.
Mis apreciados, la fidelidad conyugal es lo único que garantiza que no se adquiera una enfermedad de transmisión sexual. Es la garantía verdadera de que Ud. no sea infectado por el virus del HIV. Es la norma única que puede librarlo de conflictos mentales, crisis familiares, y traumas en la vida social y conyugal. Nada le garantiza a Ud. Si tiene una relación sexual fuera del matrimonio o antes de casarse, que no le infecten con un virus. No hay sexo seguro fuera del matrimonio. Y lo peor, su Vida Eterna está en juego.
Les cuento. Hace ya mucho tiempo, conocimos el caso de Jennifer Acosta, cuando fue Miss Michigan Latina en los Estados Unido, con 17 años, condujo un movimiento nacional que luchó a favor de los jóvenes que padecen diariamente por enfermedades de transmisión sexual. Dictaba conferencias, promovió movilizaciones y viajaba constantemente a los diversos estados con este importante tema. La esencia de su filosofía estaba en el mandato divino “… no fornicarás” “…no adulterarás”. Jennifer narra, que una senadora de los EEUU la invitó para que hablara en el congreso sobre su loable campaña. Comenzó su conferencia inspirada en la posibilidad que el congreso se sensibilizara por este terrible problema que existe en este país y en el mundo que cada día es peor. Pero cuando expresó que el único sexo seguro estaba en el matrimonio, como lo manda Dios y no en el uso del condón, la senadora le arrancó el micrófono y no la dejó hablar más. Esta, formaba parte de un consorcio que fabricaba preservativo en Norteamérica. Hoy, los regímenes socialistas en la búsqueda del voto, promueven leyes también, que atentan contra la salud moral y espiritual del ser humano. ¿Cómo les parece?
Lo que ella pregona no es nuevo, ya Dios lo había establecido en las SAGRADAS ESCRITURAS. Solo se necesita voluntad para obedecer el mandato divino. Jennifer por su parte adiciona, la hermosa posibilidad de dar entonces al ser amado que Dios escoja como su cónyuge, el maravilloso regalo de la virginidad, lo cual es válido tanto para el hombre como para la mujer. Es cuestión de pedir a Dios nos de la fuerza y la sabiduría para vencer las malas influencias de una sociedad en perversión. Pero tenemos que pedirlo al Altísimo. “Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” Sant.1: 5. Dios promete, Dios cumple. ¡Pídala!
¡Hasta la semana que viene Dios mediante por la WEB!
William Amaro Gutiérrez