Las conversaciones que se iniciarán este viernes 13 de agosto en México, entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición liderada por Juan Guaidó, no resolverán la crisis que está padeciendo el pueblo venezolano y que ha obligado a más de seis millones de personas a salir de sus fronteras, con el fin de empezar de cero su nivel de existencia.
Tal es la opinión que tiene el doctor Asdrúbal Aguiar, académico de Derecho Comparado, secretario general de Iniciativa Democrática de España y las Américas, ensayista y analista y columnista de diversos medios de América Latina, quien fue entrevistado por Elimpulso.com.
Repartición de cuotas políticas
Al ser interrogado en torno a las expectativas que ese encuentro le produce, inmediatamente, contestó:
“En lo personal no albergo ninguna. Acaso por ser mis expectativas muy distintas y, como lo creo, superiores a lo que motiva el encuentro en México”.
En el mejor de los casos, señala, algo firmarán para seguir conversando, mientras los venezolanos agonizan.
Señala que en el peor de los casos se pueden avenir sobre reglas electorales que permitan la repartición de cuotas políticas entre los actores políticos, mientras la nación que justifica a la república ha desaparecido con su desmembramiento y la diáspora.
«Al cabo, mal se puede aspirar a la reconstitución de una nación sobre un sincretismo entre el bien y el mal absoluto», indica al hacer un somero análisis del significado de conversar con elementos dispuestos a mantenerse en el poder indefinidamente y seguidamente agrega:
Lo sabe Colombia luego de transar “políticamente” con la narcoguerrilla. Ha vuelto a perder la paz y el crimen organizado ocupa los espacios de su Congreso.
Negociar con La Habana
Volviendo a las conversaciones entre las partes venezolanas en México, expresa el doctor Aguiar que sólo dos observaciones o preguntas caben respecto del planteamiento. Una, que mal se puede debatir o dialogar sobre unas elecciones para la reconstitución de la república sobre el vacío, en ausencia de una nación que se ha desmembrado. Otra, que la salida de la tragedia que padece Venezuela sólo es hipotéticamente posible negociando con quien ejerce el poder real sobre ella, a saber, el gobierno de La Habana. De nada sirve hablar con sus recaderos.
Diálogo con el carcelero
Por lo pronto, si algo cabe esperar del señalado encuentro, ello procede redimensionando las expectativas. Es un diálogo dentro de una cárcel y vale la metáfora. Los presos negocian con su carcelero el recibir algo de comida y salir a tomar el sol de tanto en tanto. Pero, en modo alguno esto, que es importante, más todavía bajo los efectos letales del virus de la COVID-19, puede significar que se conquista la libertad o algo de ella.
