La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cree que el impacto de la Variante Delta del nuevo Coronavirus no reducirá la demanda de petróleo prevista para 2021 y 2022.
En su informe mensual sobre el mercado petrolero la OPEP considera que “la economía global continúa recuperándose», sin embargo no dejan de un lado que la evolución de la pandemia por la COVID-19 será el factor determinante en el ritmo de la recuperación, con la posible aparición de nuevas variantes o mutaciones como riesgo.
Según datos del informe, la demanda prevista en 2021 queda igual a la calculada hace un mes, con un incremento anual de alrededor de 6 millones de barriles diarios (mbd), hasta los 96,6 mbd.
Con todo, los analistas de la OPEP se muestran cautos sobre el impacto de la variante delta del coronavirus, cuyo efecto ya se ha dejado sentir en julio y agosto al empañar el optimismo de la recuperación por su expansión en importantes economías.
El precio promedio del barril de crudo de la OPEP se situó en julio en los 73,53 dólares, su mayor valor desde octubre de 2018, algo que el grupo achaca a “los sólidos fundamentos del mercado”.
El repunte de la demanda de petróleo, junto con una gran caída de los inventarios de petróleo (…) ha provocado que los precios del crudo se recuperen con fuerza, superando los niveles alcanzados antes del inicio de la pandemia de Covid-19″, resume la OPEP.
Escenario ajustado
Los cálculos de la OPEP indican que la apertura gradual de los grifos que prevé la organización y sus aliados, entre ellos Rusia, en lo que queda de año no impedirá un escenario muy ajustado en el mercado de crudo en la segunda mitad de 2021.
La OPEP y sus aliados acordaron el pasado 18 de julio aumentar su producción conjunta de forma escalonada en los próximos cinco meses, hasta llegar a los 2 mbd adicionales en diciembre.
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