Es lamentable que una dictadura criminal como la de Nicolás Maduro, haya destruido un país que en su momento llegó a ser sinónimo de oportunidades de progreso, señaló el diputado a la Asamblea Nacional, Marco Aurelio Quiñones.
“Que tiempos aquellos donde podías vivir dignamente, viajar y hasta ahorrar sólo ejerciendo lo que habías estudiado”, recordó el parlamentario en su cuenta de Twitter.
Quiñones afirmó que hoy nadie tiene condiciones laborales adecuadas ni un sueldo justo, lo que obliga al que quiera sobrevivir a tener que “reinventarse” o recibir ayuda porque si no están condenados a morir de hambre.
Como consecuencia del mísero salario que reciben, tan solo en Delta Amacuro, 65% de los educadores han abandonado las aulas ante la crisis socioeconómica que afecta a los trabajadores de la enseñanza en el país.