Las primarias del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), efectuadas el domingo 8 de agosto, demuestran, además de haber aplicado internamente la misma medicina utilizada contra la oposición, que sus candidatos no despertaron emoción y la existencia muy marcada de dos bandos que, cual caníbales, trataron de destruirse para imponerse uno sobre otro.
Al analizar lo ocurrido en todo el territorio nacional, desde el momento en que se abrió el proceso hasta su cierre, pasadas las 8:00 de la noche, el politólogo y profesor universitario Santiago Andrés Rodríguez, manifestó que si la oposición sabe leer el resultado de esa contienda, entonces, podrá entender la gran oportunidad que se le presenta para las elecciones del próximo 21 de noviembre, cuando deberá cumplirse la convocatoria para escoger gobernadores, alcaldes, diputados regionales y concejales.
“Durante todo el domingo fueron incesantes las denuncias, hechas públicas a través de las redes sociales, de presiones, chantajes, utilización de vehículos del Estado, compra de votos y otros hechos censurables, además de enfrentamientos físicos entre unos y otros militantes del partido rojo”, destacó Rodríguez.
Como primer aspecto irregular, el politólogo señaló el caso de candidatos, sobre todo a gobernaciones y alcaldías, que fueron víctimas de la misma medicina que ha venido aplicando el oficialismo a la oposición: Ventajismo y abuso de poder.
“Uno de los ejemplos más llamativos ocurrió en Carabobo, donde el candidato Saúl Ortega denunció antes y durante el proceso de las primarias hechos de corrupción perpetrados por el actual gobernador, Rafael Lacava, quien posteriormente terminó siendo ganador”, destacó el politólogo.
En segundo término, indicó las deficiencias y muchos errores desde el punto de vista técnico del Consejo Nacional Electoral (CNE), porque el 99% de los centros de votación del país tenían una sola máquina, situación que originó largas colas de personas, muchas de las cuales quisieron participar y no lo hicieron porque se cansaron de esperar sin motivación alguna.
El tercer aspecto, sostuvo que fueron las confrontaciones muy visibles de los dos bandos que tienen el poder en el Psuv. El civil liderado por Nicolás Maduro, por un lado y por el otro, el militar, que lo constituyen los herederos de Hugo Chávez y del 4 F, que está encabezado por Diosdado Cabello. Habría que ver cuál de estos dos bloques tiene mayor solidez, aunque hasta ahora pareciera que se ha impuesto el sector civil sobre el militar.
El cuarto punto consideró que no hubo una gran participación como ellos pretenden hacer ver. Participó menos del 50% de lo que ellos tienen en sus registros de inscriptos en el Psuv. Dándoles el beneficio de la duda en relación con el número de los que ellos dicen que participaron (algo más de tres millones), no llega siquiera al 20% del padrón electoral.
“De ser así, indudablemente, ese porcentaje coincide con todas las encuestas, las cuales señalan que la administración de Nicolás Maduro no tiene el 20% de intención al voto para el oficialismo. De modo que el resto del padrón electoral, que constituye el 80% del padrón electoral, no apoya al régimen, sino que lo rechaza. Si la oposición sabe leer, podrá entender esta lectura que han dejado las primarias del Psuv. El régimen no tiene más de eso”, enfatizó.
Ante ese resultado, dado a conocer por el propio directorio nacional del Psuv, la oposición tiene el camino despejado para actuar sin cometer errores.
“Porque si, en forma unitaria, participa en las elecciones de noviembre puede ganar la mayoría de las 335 alcaldías y sus respectivos concejales, así como la mayor parte de las gobernaciones y consejos legislativos de los estados. Es una oportunidad extraordinaria que se le presenta en este momento”, aseveró.