La soledad y el aislamiento espontaneo es el enemigo más cercano que un humano pueda elegir; hay que meterle leña al fuego para obtener el calor; de lo contrario nos arroparía hasta el fin de vernos famélicos y destruidos por el frio y la soledad o nos pasaría como decía Gabriel García Márquez “ Que uno no se muere de viejo sino de tristeza por la soledad”; por ello invito a que le demos calor familiar de convivencia a todas las agrupaciones que nos unen a las Fundaciones, Asociaciones, Instituciones, Red vecinales, Cámaras ONG y todo lo que nos mantenga unidos y sobre todo por amor y no por el interés; convivir en alianza para que continuemos unidos, haciendo lo correcto y positivo por nuestra patria; por ello con su permiso voy a compartir un escrito que me llego pero creo que es muy válido en este momento de desolación que nos está quitando hasta las ganas de reír, lo considero muy pertinente para invitarlos a que seamos como fuimos alegres, sonrientes, animados, dicharacheros y no con cara de tristeza, amargados que hasta por encima de la ropa se nos nota y no hay razón para que nadie ni fuerza poderosa que acabe con la alegría y destruya nuestra idiosincrasia.
Me gusto esta reflexión y con mucho cariño les comparto; espero les guste, está lleno de verdad: “ Un hombre que regularmente asistía a las reuniones con sus amigos, sin ningún aviso dejo de participar en sus actividades; después de algunas semanas, una noche muy fría, un integrante del grupo decidió visitarlo; encontró al hombre en casa solo, sentado frente a una chimenea donde ardía un fuego brillante y acogedor, adivinando la razón de la visita el hombre dio la bienvenida; se hizo un gran silencio, los dos hombres solo contemplaban la danza de las llamas en torno de los troncos de leña que crepitaban en la chimenea; al cabo de unos minutos el visitante sin decir palabras, examinó las brasas que se formaban y selecciono una de ellas, la más incandescente de todas, retirándola a un lado del brasero con unas tenazas, volvió entonces a sentarse; el anfitrión prestaba atención y al poco rato, la llama de la brasa solitaria disminuyo, hasta que solo hubo un brillo momentáneo y el fuego se apagó repentinamente, en poco tiempo lo que era una muestra de luz y de calor, no era más que un negro, frio y muerto pedazo de carbón. Muy pocas palabras habían sido dichas desde el saludo; el visitante antes de prepararse para salir, con las tenazas regreso el carbón frío e inútil, colocándolo de nuevo en medio del fuego; de inmediato, la brasa se volvió a encender, alimentada por la luz y el calor de los carbones ardientes en torno suyo; y el anfitrión le dijo “Gracias por tu visita y por tu bellísima lección, regresaré al grupo”; ¿Porque se extinguen los grupos? Muy simple, porque cada miembro que se retira le quita fuego y el calor al resto; a los miembros de un grupo vale recordarles que ellos forman parte de la llama; es bueno recordarles que todos somos responsables por mantener encendida la llama de cada uno y debemos promover la unión entre todos para que el fuego sea realmente fuerte, eficaz y duradero; No importa si a veces nos molesta tantos mensajes que llegan al chat, lo que importa es estar conectados; en silencio algunos, otros muy activos, con diferencias de opinión y carácter, Los amigos que aquí estamos reunidos es para conocer, aprender, intercambiar ideas, o simplemente saber que no estamos solos, que hay un grupo de amigos y familiares con los que podemos contar; mantengamos la llama viva; aunque algunos se reporten esporádicamente, es bueno saber que mantienen su llama encendida, gracias a cada uno de ustedes por ser parte de mi hoguera.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán