Recién, se cumplió una fecha más del nacimiento del Libertador Simón Bolívar y es propicia la ocasión para establecer un paralelismo entre este libertador y el verdadero Libertador de la humanidad Cristo Jesús. Y reflexionar un poco, acerca del grave problema que afrontó una parte numerosa del pueblo judío en los tiempos de Jesús. Sobre todo, la dirigencia religiosa. Quienes siempre esperaron un libertador político, muy lejos del que sería su verdadero Libertador. Y digo una parte, por cuanto muchos judíos de ayer y de hoy aceptaron, aceptan, vivieron y viven la próxima e inminente venida del Mesías Salvador.
Nunca entendieron aquellos, que el Señor los escogió para que fueran un ejemplo de fidelidad al Dios Eterno. Su insignificante origen, fue utilizado por Dios para convertirlos en una nación próspera, triunfadora y poderosa. Mientras obedecían las normas, directrices y mandamientos peleaba sus batallas. Pero, rápido lo olvidaban. Dios entonces permitía sufrieran las calamidades, se arrepentían, suplicaban, clamaban, entonces DIOS les libraba de sus opresores. ¡Todo eso está en las SAGRADAS ESCRITURAS!
Mis apreciados, la esencia de la existencia de este pueblo era enseñar al mundo las bondades y prestigio de su Dios. Su presencia en el planeta estaba ligada a una realidad espiritual y teológica, la cual debía mostrar al mundo conocido. Pero ellos se creyeron otra cosa. “Los israelitas, pues, hicieron lo malo a los ojos del Eterno. Olvidaron al Eterno su Dios y sirvieron a los baales… Y el enojo del Eterno se encendió contra Israel, y los abandonó en manos de Cusán Risataim rey de Mesopotamia. Y lo sirvieron durante ocho años. Entonces los israelitas clamaron al Señor, quien levantó un libertador, a Otoniel hijo de Cenaz,… que los libró. El Espíritu del Eterno vino sobre él, y juzgó a Israel. Salió a la guerra, y el Eterno entregó en su mano a Cusán Risataim rey de Siria, prevaleció contra Cusán Risataim. Así, reposó la tierra 40 años hasta que murió Otoniel hijo de Cenaz.” Jueces3:7-11.
Cada vez que caían subyugados y esclavizados por sus enemigos. Debido a su desobediencia, venía el llanto y la desesperación. Por lo cual Dios en su gran amor, levantaba un libertador. Esto anunciaba la venida del Libertador de libertadores: Cristo Jesús. El Mesías verdadero. “Los israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del Eterno, y él fortaleció a Eglón rey de Moab contra Israel, porque habían hecho lo malo ante el Señor. Eglón juntó consigo a los amonitas y amalecitas, y vino y derrotó a Israel, y tomó la ciudad de las Palmeras… y cuando los israelitas clamaron al Eterno, él suscitó un libertador, a Aod hijo de Gera, benjaminita, que era zurdo.”Jueces.3:12-15.
Cuando apareció Jesús, el verdadero y definitivo Libertador. Que liberaría a la humanidad del pecado, el yo, el ego, la autosuficiencia se les había subido de tal manera, que no pudieron reconocerlo, en especial la clase religiosa dirigente. Tenían frente a sus ojos los rollos escritos por los profetas de lo que iba a suceder y no lo vieron. Estaban bajo el dominio gubernamental de Roma, entonces seguían esperando ese libertador político. La ceguera llegó a tal extremo que teniendo las profecías delante de si, no las vieron. ¿Cuántas veces se los presentó? …siempre “Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: La virgen concebirá, y dará a luz un hijo, ¿y se llamará Emanuel (Dios con nosotros)” Isaias?7:14. ¿Mas claro?
¡Hasta la semana que viene Dios mediante por la WEB!
William Amaro Gutiérrez