En Venezuela existe una importante actividad emprendedora. Y no hace falta hacer una investigación de mercados para darse cuenta de eso: cualquiera puede conocer a alguien que está haciendo algo por su cuenta. ¿Pero eso es suficiente para ser un emprendedor?, ¿trabajar desde su casa, manejando un taxi o vendiendo perros calientes es sinónimo de emprendedor?, posiblemente sea un inicio, pero también es necesario planificar, por ejemplo, saber hacia dónde se quiere ir; además un emprendedor deben tener una visión holística de su emprendimiento en cuanto a: plan de negocio, leyes tributarias, mercadeo, temas contables, financieros y presupuestarios, manejo de habilidades blandas y duras, dirección del capital humano; representan algunas de las áreas de competencia que debe desarrollar el emprendedor.
Es importante destacar que el emprendimiento contribuye de un modo fundamental al bienestar, a la riqueza de la sociedad, y por supuesto, al desarrollo productivo. Algunas consecuencias positivas que genera el emprendimiento son: competencia, variedad, selección, cooperación, transformación, evolución, innovación, avance y conocimiento científico. Esto indica que el principal beneficiario del emprendimiento es el propio individuo, quién obtiene como resultado la mayor suma de bienestar producto de su emprendimiento. Por esto el emprendimiento es el ingrediente base para las recetas económicas exitosas para masificar el empuje individual y lograr el arranque y crecimiento de la economía. Esto trae como consecuencia el desarrollo productivo del país
Roberto Vainrub, autor del libro convertir sueños en realidades, una guía para emprendedores; señala lo siguiente: “la realidad venezolana indica que hay mucho más individuos empleados o trabajando en el sector informal que en el formal, lo cual constituye una fuente natural de promotores de nuevos negocios. El problema es que la mayoría de los emprendedores no están formados adecuadamente para el reto que enfrentan”. Por eso es importante a la hora de llevar adelante una idea de lo que se quiere hacer y cómo se va implementar. Lo primero que se debe en cuenta cuando se ocurre una idea es determinar la perdurabilidad y su oportunidad. ¿Qué quiere decir todo esto?, una idea es perdurable cuando se mantiene vigente durante el tiempo suficiente que permita su explotación y la obtención de beneficios. Y es oportuna cuando tiene un mercado preparado para acogerla, bien sea como producto o idea.
Ya se comentó sobre la idea, ¿y la persona que la llevara adelante? La respuesta a esta interrogante es el emprendedor, el cual debe tener ciertas peculiaridades tales como: talento, habilidad, capacidad, resistencia, fortaleza; además de de un pensamiento conceptual para reconocer tendencias del mercado, teorías o modelos que puedan ser útiles en el desarrollo de la idea.
Msc. Julio Cesar Vargas
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