Este viernes 30 de julio fue una fecha importante para los atletas colombianos. Al igual que Mariana Pajón, Carlos Ramírez conquistó una presea olímpica en BMX. Con la medalla de bronce, Ramírez pasó a ser el cuarto colombiano en ganar 2 medallas olímpicas.
Ramírez, quien escoltó al holandés Niek Kimmann y al británico Kye Whyte, estaba extasiado por repetir en un podio. También seguía sin darle crédito a la odisea del último año.
“Fueron unos Juegos absurdos”, señaló antes de hacer una reflexión sobre toda la presión del mes previo.
Venir a Japón implicaba seguir protocolos a rajatabla, aparte del persistente ruido de una cancelación que nunca se dio.
“Llegar acá y ver la Villa Olímpico fue gratificante”, dijo Ramírez. “Pero el último mes fue muy duro, con la nueva palabra que está de moda: tenía muchos demonios en la cabeza”.
“Había momentos que no sabía qué iba a pasar, si sí o si no iba a poder estar acá”, añadió.
Ramírez empleaba la frase empleada por Simone Biles, la súper estrella de la gimnasia de Estados Unidos, que decidió retirarse de la final de equipo y luego del concurso individual debido a problemas de ansiedad.
“Ella está marcando algo muy pesado y que es verdad”, dijo Ramírez. “No somos máquinas que nos echan gasolina y rendimos. Somos seres humanos como todos, somos personas con sentimientos y con sentimientos que son duros».