El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), informó que durante el año 2020 fallecieron 292 privados de libertad por falta de alimentos, mientras que 184 murieron por complicaciones de salud.
“No tenemos comida, tenemos días sin comer. Solo nos dan un agua de granos, arroz o arepa sin relleno, una vez al día”, es una de las denuncias documentadas por el OVP.
Del total de muertes por razones de salud, el 85% se asocian a tuberculosis y desnutrición. El otro 15% corresponde a hepatitis, cuadros diarreicos, obstrucción intestinal, personas diabéticas o con crisis convulsivas sin tratamiento, entre otros.
Por su parte, Carolina Girón, directora del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), indicó que los privados de libertad habían presentado pérdida de peso entre 40 a 50 kilos y que solo algunos de ellos fueron trasladados a un centro de atención médica.
La ONG destaca que además de la falta de alimentación, se suma la ausencia de atención medica y el hacinamiento dentro de los centros de reclusión. La población reclusa en el país se ubica en 37.543 y la capacidad instalada es de tan solo 26.238 plazas.
En este sentido, la directora del Observatorio Venezolano de Prisiones catalogó como «crítico» el hacinamiento en las cárceles de Venezuela, el cual indicó ha sido denunciada en reiteradas oportunidades desde hace 4 años.
En el contexto de la pandemia, la ONG dijo que recabó declaraciones de funcionarios públicos en varios estados del país, quienes informaron sobre 135 casos de COVID-19 en centros de reclusión.
Finalmente, en su informe correspondiente al año 2020, el OVP también refleja que el Estado venezolano no ha cumplido eficazmente las garantías judiciales y las debidas protecciones judiciales inherentes a las personas bajo su custodia.