El equipo del Comité Olímpico de Rusia ganó el martes la final de la gimnasia femenina por equipos tras la retirada de la estrella estadounidense Simone Biles por un problema médico.
Las gimnastas rusas lograron una puntuación de 169,528 mientras que Estados Unidos se llevó la plata con 166,096. Las estadounidenses Sunisa Lee, Grace McCallum y Jordan Chiles completaron las tres últimas rotaciones sin Biles, que abandonó la competencias tras el salto de potro.
Es el primer oro de las rusas desde que el Equipo Unificado triunfó en Barcelona en 1992 y se produjo un día después de que el equipo masculino se impuso a Japón en la lucha por el oro en su final.
Las estadounidenses empezaron la final en el potro, con Biles última en el orden de salida. Se suponía que debía ejecutar un «Amanar”, un salto que comienza con una rondada en el suelo para entrar de espaldas al trampolín, y termina con una doble pirueta y media. Pero pareció cambiar de idea durante el vuelo y efectuó solo un giro y medio.
Al bajar del podio, fue atendida por la doctora del equipo, Marcia Faustin, antes de salir de la pista del Centro de Gimnasia de Ariake.
El equipo estadounidense no especificó la naturaleza del problema de Biles, pero en un comunicado explicó que “será examinada a diario para determinar la autorización médica para futuras competencias”.
Está previsto que Biles defienda su título olímpico en la final individual el jueves. Además se clasificó para las cuatro finales por aparatos que se disputarán más adelante.
Pero su presencia en esos concursos quedaron en duda.
Biles llegó a Tokio como la estrella indiscutible de los Juegos pero pasó apuros, al menos según sus altos estándares, en la sesión de calificación. En una publicación en redes sociales el lunes, admitió que sentía el peso del mundo sobre sus hombros y afirmó que los Juegos “no son una broma”.
Biles ganó cinco medallas en Río de Janeiro hace cinco años y en Tokio podría colgarse hasta seis tras avanzar a cinco finales.