Muchos pensarán que el golpe más fuerte que recibió el boxeador venezolano Eldric Sella fue aquel que lo hizo tambalear y caer en el ring para quedar eliminado de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 con un nocaut (KO). Sin embargo, el golpe más fuerte para este deportista no fue físico y tampoco lo recibió en el cuadrilátero.
Después de afrontar el amargo sabor de la eliminación en Tokio 2020, Sella, quien es el primer deportista latinoamericano en competir en el Equipo Olímpico de Refugiados, no podrá retornar a Trinidad y Tobado, donde vivía desde 2018.
La información fue ofrecida por su padre Edwar Sella en una entrevista concedida a VPI: “Trinidad y Tobago le negó la posibilidad de entrar al país. No puede regresar. Nuestros pasaportes se vencieron y ha sido complicada la renovación y el gobierno de Trinidad dice que no tiene un documento válido para otorgarle la visa».
“ACNUR está sobre el caso. Están buscando un país que reciba a Eldric, a mí y a su novia”, agregó.
Es importante destacar que el atleta de 24 años de edad abandonó Venezuela por la crisis compleja que se vive en el país, y después de llegar a Trinidad y Tobago junto a su novia y su padre, continuó la formación deportiva con el boxeo.
«Yo represento a Venezuela también», comentó Sella en medio de la frustración por recibir el nocaut técnico. Además, contó: «Vine como refugiado pero, para mí, yo sigo representando a mi país, a los que se fueron y a los que están ahí y siguen luchando por un mejor país».
«Represento a todos y me siento mal por no haber cumplido con ellos ni conmigo mismo», indicó.
De hecho, a través de las redes sociales se viralizó un video en el que le dicen: «Sella, una palabra para Venezuela», y con una mirada de desánimo, respondió: «¡Disculpa!».