Conjunto de personas que viven en comunidad económica, a veces sexual, y con unas reglas de convivencia al margen de la sociedad organizada. Forma de organización social y económica que se basa en la propiedad colectiva y en la eliminación de los valores familiares tradicionales.
Fuente:https://www.google.com/search?
¿Será esta forma de vida la que quieren la mayoría de los venezolanos?
¿Existe igualdad entre quienes, como mínimo, dedicaron 18 años de su vida, generalmente, los años que deberían ser los más felices; parte de su niñez y su adolescencia; dedicando trasnochos, sacrificando reuniones con amigos y familiares, estudiando (y a veces trabajando para sufragar sus estudios), para luego trabajar, y, “por ahora,” en una gran mayoría, devengando bajos salarios que no les alcanza para alimentarse adecuadamente o para adquirir medicinas, que son utilizadas para salvar la vida de un ser querido, o la propia; pero, con esfuerzo tesón, perseverancia, e inversión proveniente de sus ahorros, con dedicación y constancia, logran adquirir una propiedad, una vivienda, un emprendimiento, o una unidad de producción, generalmente agropecuaria, y después que han logrado algún objetivo destinado a mejorar su calidad de vida, le son invadidas, saqueadas, confiscadas, expropiadas o expoliadas, generalmente, por personas mal vivientes que utilizan una ideologización desfasada y fracasada de manera fehacientemente comprobable.
El país se está destrozando aceleradamente, y como ejemplo podemos tomar la destrucción de la “Finca Las Lomas”. Última unidad de producción de café dedicada a la investigación, que quedaba en el país después de haber sido destruidas las de “Bramón” y “El Laurel”,que era propiedad de la ”Universidad Central de Venezuela”.
“La Finca Las Lomas”, en su origen fue propiedad de la “Fundación para el Desarrollo de la Región Centro Occidental, FUDECO”. Institución que pautó el desarrollo alcanzado por los estados Falcón, Cojedes, Portuguesa, Yaracuy y Lara, durante el periodo de la llamada era democrática. “Las Lomas” fijó rumbo en producción cafetalera; logró producir la variedad “Café Villanueva”, mejor conocida como “Colombia Veintisiete (27)”. Que tomó su apodo porque se logró en el lote veintisiete (27), y era atendido por un grupo de colombianos.
Supuestamente, este ejemplo de efectividad y eficiencia no sólo en la actividad cafetera, sino que era la única unidad experimental, dedicada al cultivo de la “Nuez de Macadamia”, también fue un centro educativo y de capacitación, estudiantes de diferentes instituciones, allá iban a realizar sus pasantías. Pero fue transferida a Corpolara, cuando extinguieron a “FUDECO”, y luego la pasaron a la “Corporación Venezolana del Café”, y se cree que, bajo la responsabilidad de esta institución se aceleró su destrucción, hasta el extremo de que fue invadida por unas comunas que han llegado al oprobio de utilizar la leña proveniente de la tala de los árboles de “Nuez de Macadamia”, como estantillos divisores de las parcelas.
Las fincas experimentales pertenecientes a la “Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, UCLA”, utilizadas para la enseñanza de pre y post grado, han sido invadidas y destruidas impunemente, llevando consigo muchos años de experiencia en educación e investigación agropecuaria, ante la supuesta indolencia de algunos organismos que no han cumplido los mandatos judiciales para su restitución.
Hago estas palabras con un dolor indescriptible porque recibo en mensajería una foto que plasma la supuesta invasión realizada en el “Jardín Botánico de la Universidad Central de Venezuela, UCV”.
Más allá de los ecocidios que se han cometido y se siguen cometiendo en Venezuela, presumo, que actividades como estás son la demostración flagrante de cómo se viola la Constitución Nacional, las leyes y reglamentos de la República. 3 artículos de la Constitución Nacional dejan expresos la protección del ambiente y a esto se añaden 7 leyes, con sus respectivos reglamentos.
En un país donde no hay seguridad jurídica, ni personal no se puede producir y, lleva en su caída el bienestar social que todo ser humano añora.
Venezuela necesita de todo el talento probo, que bajo el Estamento Legal vigente recupere al país que fue dotado por Dios con todo lo necesario para ser un país líder.
Si esto ocurre con bienes que son propiedad del Estado, que deberían estar bajo la protección de los organismos de seguridad, pregunto:
¿Quién (es) es (son) el (los) responsable (s) de esta debacle? ¿Cómo queda la garantía de los Derecho Humanos, derecho a la vida y a la propiedad? Una vez más hago un llamado a reflexión… a preservar el amor a la patria.
Maximiliano Pérez Apóstol