Reino Unido aplicó este jueves sanciones contra los testaferros colombianos, Álex Saab y Álvaro Pulido por malversación de ayudas públicas en Venezuela, a propósito de una segunda ronda de su nuevo régimen de sanciones globales anticorrupción.
Dichas sanciones también se aplicaron a personalidades de Guinea Ecuatorial, Zimbabue e Irak.
De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno Británico, Álex Nain Saab Morán y su socio Álvaro Enrique Pulido Vargas verán sus activos congelados en el Reino Unido, donde además tendrán prohibición de viajar «para garantizar que ya no puedan canalizar su dinero a través de los bancos británicos ni entrar en el país».
Ambos testaferros están cinculados al régimen de Nicolás Maduro y fueron sancionados «por explotar dos programas públicos de Venezuela creados para suministrar a los venezolanos pobres alimentos y viviendas a precios asequibles».
El Reino Unido expuso que los señalados testaferros se beneficiaron de contratos adjudicados indebidamente, en los que los bienes prometidos se entregaban a precios muy inflados. «Sus acciones causaron más sufrimiento a los venezolanos, ya golpeados por la pobreza, para su propio enriquecimiento privado», dicen.
Alex Saab fue detenido en junio de 2020 en Cabo Verde y está acusado por el departamento del Tesoro estadounidense de haberse aprovechado desde 2016 de contratos sobrevalorados vinculados al plan de ayuda alimentaria de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) venezolanos, en una trama que incluiría a tres hijastros del presidente venezolano, así como a 13 compañías en varios países y operaciones ilegales en el sector del oro en Venezuela.
Otros sancionados
Entre los otros sancionados, destaca Teodoro Obiang Mangue, vicepresidente de Guinea Ecuatorial e hijo del actual presidente.
El Reino Unido lo acusa de «malversación de fondos estatales hacia sus propias cuentas bancarias personales, acuerdos de contratación corruptos y solicitud de sobornos, para financiar un estilo de vida fastuoso» que incluye la compra de una mansión de 100 millones de dólares en París y un jet privado de 38 millones de dólares.
El resto de los sancionados son el gobernador de la provincia iraquí de Nínive, Nawfal Hammadi Al-Sultan, y el empresario zimbabuense Kudakwashe Regimond Tagwirei.
«Las medidas que hemos tomado hoy van dirigidas a individuos que se han llenado los bolsillos a costa de sus ciudadanos», expresó el canciller británico, Dominic Raab, al tiempo que denunció el «efecto corrosivo» de la corrupción que «drena la riqueza de las naciones más pobres, mantiene a su gente atrapada en la pobreza y envenena el pozo de la democracia».