El martes 20 de julio se llevó a cabo la instalación de la 77° Asamblea Anual de Fedecámaras, que juramentó a una nueva directiva presidida por Carlos Fernández.
A este evento asistió la vicepresidenta del gobierno de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, cuya participación sorprendió a la ciudadanía y parece marcar un antes y un después en las relaciones entre el gobierno y el foro empresarial, al que durante años no había asistido un miembro del gabinete ejecutivo.
Las 21 perlas que soltaron en la asamblea anual de Fedecámaras a la que asistió Delcy Rodríguez
No solo la participación del chavismo en la asamblea generó reacciones en la sociedad civil. También hicieron ruido las intervenciones de Rodríguez y de Ricardo Cussano, el presidente saliente del organismo. Economistas, políticos, analistas y expresidentes de Fedecámaras hicieron algunas críticas al respecto.
Carlos Larrazábal, expresidente de Fedecámaras, lamentó que se perdiera “una excelente oportunidad” para que Rodríguez “diera respuesta a las múltiples propuestas que el sector privado ha realizado para solventar los problemas del país”. A su juicio, “solo se limitaron a repetir el discurso político de siempre”.
El economista Miguel Ángel Santos manifestó: “Yo puedo entender que un grupo de empresarios que se mantiene en Venezuela y ha tomado la decisión de seguir quiera entenderse con el régimen de Maduro. Lo único que pediría es que hablen claro, no lo disfracen de patriotismo, de soberanía y futuro, no se arropen en la bandera”.
Henkel García, director de Econométrica, se preguntó si “hacía falta darle la espalda a buena parte de la ciudadanía”.
El economista Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, considera que “lo que los empresarios de afuera deben ver es cómo todavía hay empresas y empresarios en Venezuela después de una contracción de más de 80 % en 8 años, 4 años de hiperinflación y una reducción brutal de la capacidad de compra de la mayoría de los venezolanos”.
Los dirigentes políticos Juan Pablo Guanipa, Nicmer Evans, Carlos Vecchio, Andrés Velásquez y María Corina Machado también reaccionaron con incomodidad ante las intervenciones de la asamblea.
Guanipa, por ejemplo, dijo que no cree que “la claudicación sea una opción” y que “no es hora de cohabitación” sino de “resistencia.
Para Vecchio, fue el encuentro entre el gremio empresarial y el gobierno fue “vergonzoso”. A su juicio, “la dictadura de Maduro y los Rodríguez” representa todo lo contrario a lo que necesita un país para que haya inversión.
Evans expresó que lamentaba el discurso de Cussano, en cuyo discurso notó algunas “falacias”.
Al igual que Vecchio, Velásquez también calificó de “vergonzoso” el encuentro.
Machado, por su lado, recordó que un empresario es quien aporta “riqueza, empleo y valor a la sociedad”, lo cual “solo es posible en libertad, con estado de derecho e igualdad ante la ley”.
El analista Ramón Piñango hizo una dura crítica a Fedecámaras. “Parece que es la hora en que se hace un gran esfuerzo para “justificar” la cohabitación. Eso se llama ‘racionalización’. En otra palabras, armar un andamiaje de argumentos para disfrazar intereses o posiciones de personas u organizaciones. ¿Engañan?”, tuiteó.
El empresario Jorge Botti, también expresidente de Fedecámaras, hizo su lectura del evento con un tono más moderado: “Jamás un radical logro resolver conflicto alguno de forma permanente y estable”.
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