Otro, de nuestros amados el cual DIOS por alguna razón que él solo sabe, permitió bajar prematuramente al sepulcro este año 2021. Y digo prematuramente, por cuanto un hombre sesentón entra en una etapa, cuando puede ser, en variados campos de la vida, muy productivo. Como abuelo, como esposo o compañero, como consejero, incluso como vecino o amigo incondicional. Y así era mi cuñado. La vida y por supuesto el Espíritu Santo de DIOS nos va formando y capacitando en el tiempo que transcurre en nuestro existir, como personas útiles, claro, si queremos y se lo pedimos. Por ello, es muy triste una muerte prematura como esta.
Cuando pienso en la personalidad de mi cuñado, se me viene a la mente un término que Dios utiliza mucho a lo largo de las Sagradas Escrituras, desde el Génesis hasta el Apocalipsis y es la palabra “Justo”. Cuando la usa en algún personaje no se refiere solamente a los apóstoles en su tiempo. O a los miembros y líderes de alguna iglesia cristiana. No necesariamente a laicos, dirigentes activos, curas, monjas, pastores o autoridades eclesiásticas, no. Cuando Dios se refiere a alguien con ese término, está calificando en base a la exégesis del término. “(Del hebreo. tsedeq y tsedâqâh, que significan «[lo] correcto», «rectitud», «justicia», «equidad», «piedad»; Del griego. dikaiosún», «justicia». rectitud»; dík»; estos vocablos se refieren tanto a la norma recta como a la acción ordenada y justa de alguna persona.
Es decir, cuando Dios habla del “justo” en su Palabra, lo está definiendo como Integro, recto, honesto, responsable. Y así era mi cuñado Iván. Repito, no necesariamente se tiene que ser religioso o estar metido en una iglesia, para ser un hombre justo. Por el contrario, Jesús calificó a los altos líderes de su religión como “Hipócritas” lo cual parece, no ha cambiado mucho en tiempos actuales. “El justo anda en su integridad; ¿cuán dichosos son sus hijos después de él” Prov.20:7. “Fuente de vida es la boca del justo, pero la boca de los impíos encubre violencia” Prov.10:11. “Los pensamientos de los justos son rectos, los consejos de los impíos, engañosos” Prov.12:5. “Yo fui joven, y ya soy viejo, y no he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando pan” Sal. 37:25. Esas son las promesas que Dios tiene para aquellos que deciden llevar una vida recta. Que son justos a los ojos de ÉL.
Lamentablemente el flagelo de la muerte no descansa ni descansará en los tiempos venideros, que marcan con precisión la pronta y segura Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo a esta tierra. Por ello, es urgente que el hombre pueda entender mejor, como Dios lo explica en su Palabra lo que sucede y sucederá con la muerte. La verdadera paz que llega al corazón de aquellos que pierden a sus seres queridos solo vendrá en función a lo que Dios enseña. Entonces, para aquellos que han bajado prematuramente al sepulcro, como nuestros amados, como mi cuñado Iván, lo cual nos llena de tristeza, tiene una promesa que sí es verdadera… Que viene de su boca, que la va a cumplir aun cuando concluyamos otras cosas aprendidas de tradiciones familiares y que colma nuestra esperanza. Que se mantiene imperturbable por la eternidad porque es Palabra Dios. “Pero tus muertos justos vivirán; sus cadáveres volverán a la vida. Los que ahora habitan en el polvo se despertarán y cantarán de alegría, porque tú eres como un rocío de luces, y la tierra dará a luz a sus muertos (Isaías 26:19). ¡Esa, es la verdadera esperanza que nos fortalece…! ¡Le veremos… pronto!
¡Hasta la semana que viene Dios mediante por la WEB!
William Amaro Gutiérrez