¿Será posible solucionar los problemas de los pueblos con discursos?
¿Tenemos la suficiente capacidad de analizar y de razonar?
Los seres humanos que viven agobiados por modelos insostenibles deben abrirse a la verdad, deben enfrentar la realidad donde niños, jóvenes y viejos puedan vivir dignamente. Las regiones deben utilizar sus potencialidades optimizándolas sin repetir los errores cometidos.
Debemos potencializar nuestras capacidades, para no nos manipulen con las promesas con las cuales mitigarían el hambre. Si bien es cierto que el Planeta es de todos, obligatoriamente, tenemos que ser probos en las decisiones que habrán de cambiarnos. No podemos permitir que se siga destruyendo nuestro hábitat.
Venezuela ha tenido los recursos monetarios necesarios para solucionar “todos” los problemas sociales, pero, inexplicablemente hemos caído en todo lo contrario, en situaciones jamás enfrentadas, aun antes de haber sido fundada la República, tenemos mayores índices de inseguridad, de déficit habitacional, de servicios (Agua potable, electricidad, transporte, combustibles (Gas, gasolina, gasoil) etc.) y, la pobreza ha aumentado con las dádivas pasajeras; limosnas dependientes de la voluntad de quienes se apropiaron de la administración de los ingresos petroleros, de la explotación incontrolada de oro, de hierro, del
Coltán y quien sabe cuál otro mineral de alto valor con los que Dios dotó a esta “Tierra de Gracia”, a cambio del trabajo digno y estable.
Algunos líderes son producto de la “satanizada” cuarta República; periodo de libertad y democracia (generalmente, mal entendida) en el cual estudiaron y se formaron de forma gratuita; fueron acogidos por el Estado paternalistamente protector y ahora la embasuran manipulando al verbo peyorativo. Según ellos, en situaciones donde imperaba el quítate tú para ponerme yo; situación que ahora vemos desacerbada.
En el caserío Villanueva, del Municipio Morán, en una oportunidad, un funcionario público reunido con las comunidades de la región, preguntó: ¿Cuántas casas hizo (allá) la cuarta República? Y el inmueble donde realizó aquella pregunta fue construido la Vivienda Rural… Organismo creado por la cuarta República.
En Villanueva estaba ubicada la “Finca Las Lomas”, para aquella época era propiedad de la “Fundación para el Desarrollo de la Región Centro Occidental, FUDECO”, institución que impulso un verdadero desarrollo en los Estados Falcón, Yaracuy, Cojedes, Portuguesa y por supuesto en Lara. Era la última finca experimental de café que quedaba en el país, después de que fueron destruidas la finca experimental de Bramón propiedad del “Fondo Nacional del Café, FONCAFÉ”, y la finca “El Laurel” propiedad de la Universidad Central de Venezuela.
“FUDECO” desapareció y, supuestamente, su patrimonio fue transferido a “CORPOLARA”, así pasó la finca “Las Lomas” a ese organismo, para luego ser transferida a la “Corporación Venezolana del Café”, bajo su responsabilidad se acentuó su destrucción. Invasores de predios en producción tomaron posesión de ella.
No se puede obviar que además de ser una finca experimental de café, donde se habían logrado variedades resistentes a la “Roya”, como lo es el “Café Villanueva”, mejor conocido como “Colombia 27”, simplemente porque, el lote 27 donde se logró, era cuidado por un grupo de colombianos, y cuyas plántulas y semillas eran buscadas desde otros países. servía como centro de enseñanza de estudiantes que allá, hacían sus pasantías agropecuarias, por esto, habíamos pedido la creación de una “Aldea Universitaria” en sus instalaciones; era auto sustentable y generaba ingresos monetarios para apoyar el sostenimiento financiero de “FUDECO”, y también era una finca experimental pionera y la única que existía en el país en el cultivo de la “Nuez de Macadamia.”
Pues bien, esta finca que fue orgullo y ejemplo mundial de la producción cafetera venezolana, fue destruida por supuestos activistas de la revolución que pregonan las bondades del estado comunal, las matas de “Nuez de Macadamia”, fueron taladas por los integrantes de una comuna, presuntamente para, con su madera, hacer estantillos para dividir las parcelas, ocasionando un ecocidio y daños irreversibles al ambiente.
¿Realmente existen delitos que no prescriben?
¿Por qué no enmendamos los errores cometidos? O, seguiremos oyendo
cuando…
¡Allá va el ladrón!… Grita el ladrón.
Maximiliano Pérez Apóstol
