«Eso fue un momento horrible, todavía estoy traumada. Parecía que el mundo se me caía encima, pero gracias a Dios estoy viva que es lo importante«, esas fueron las palabras de la señora Ana Karina Jiménez, que entre tristeza y fe, contó a Elimpulso.com lo vivido tras las fuertes lluvias registradas en el estado Lara el pasado viernes 9 de julio.
«Lo perdí todo«, continuó. Una frase simple pero desgarradora, una frase repleta de verdad y angustia.
Eran aproximadamente las 3:30 de la tarde de aquel viernes, cuando la señora Ana Karina rezaba la coronilla de la misericordia, y fue justo en ese momento, que las precipitaciones se intensificaron, al punto de empezar a pedirle a Dios que la protegiera de cualquier desenlace lamentable.
Su vivienda está ubicada en la parroquia Santa Rosa, sector Las Casitas de Barquisimeto, una zona que, según lo expuesto por el ingeniero Manuel Cols a Elimpulso.com, se trata de un sector donde se construyó de forma espontánea, «es decir, las casas se formaron una a una sin seguir ningún plan de vivienda». Por ende, indicó que al ser un suelo inestable, y por lo general, construido sobre desagües, es probable que en eventos climatológicos agudos como el vivido el pasado 9 de julio en el estado Lara, puedan presentarse problemas de inundación y derrumbes.
Por su parte, Ana Karina Jiménez relató que mientras se intensificaban las lluvias, escuchó una especie de «explosión» en la sala de su casa. Estaba sola en la vivienda y trató de salir, pero la reja estaba cerrada. En medio de la inundación, el caos y la preocupación, los vecinos de su casa la ayudaron a salir por encima de las rejas, y así evitar que la señora Ana Karina sufriera algún accidente.
«Esto no se lo deseo a nadie«, comentó. Se trataba de uno de los peores días de su vida, porque no podía hacer nada: solo mirar y llorar mientras que las fuertes corrientes de agua arrastraban rápidamente todos los objetos que con esfuerzo y sacrificio había logrado comprar para su hogar durante muchos años. «Perdí televisores, colchones, ropa, comida, muebles, comedor, cocina, nevera (…) lo perdí todo, me quedé sin nada«, agregó.
Lo que era la sala de su casa, quedó totalmente destruida. El suelo cedió y socavó, debido al colapso de un canal de desagüe que pasaba por debajo de esa zona, tal como mencionó previamente el ingeniero Cols. La señora Ana Karina indicó que de dicha tubería los vecinos sacaron cauchos, desechos, rocas, alcantarillas, troncos de árboles y un sinfín de objetos de gran dimensión y tamaño, que generaron el colapso de esta arteria.
Hasta la fecha, la señora Ana Karina Jiménez no ha recibido ninguna atención por parte de las autoridades del Estado. Sin embargo, mantiene su fe puesta en Dios, porque considera que solo así se le concederá el milagro de tener una mano ayuda que la pueda hacer levantar de este momento tan trágico y doloroso por el que tuvo que pasar.
