Camiones tras camiones, cargados de papa, cruzan la frontera colombo-venezolana para surtir el mercado nacional, ya que la producción de ese tubérculo en Venezuela bajó considerablemente por varios factores, principalmente: falta de semilla, agroquímicos, combustibles, financiamiento y asesoramiento técnico.
La situación más crítica es la del estado Lara, que llegó a ser el principal estado productor del país, lamenta el ingeniero agrónomo Jairo Dum al ser entrevistado por Elimpulso.com.
Dum indicó que para el año 2000 habían 5.000 hectáreas de cultivo que producían 100 millones de kilogramos, suficientes para abastecer la mayor parte de la demanda nacional.
En ese entonces, Morán se ubicaba en el primer lugar con 2.500 hectáreas en el valle de Anzoátegui, Guarico, Villanueva y Los Humocaros Alto y Bajo. Sanare y otros lugares del municipio Andrés Eloy Blanco tenía 1000 hectáreas sembradas y después le seguían Jiménez e Iribarren, porque la papa era de buena calidad en el valle de Quíbor y Cubiro como en Río Claro y Buena Vista.
El ingeniero explicó que la crisis económica se fue extendiendo y, consecuencialmente, las áreas de cultivo, disminuyeron, al punto que en el 2015 apenas había 1.000 hectáreas en explotación.
“Ya para el año pasado tan solo quedaban alrededor de 300 hectáreas y, por supuesto, la producción no solamente había mermado, sino que se estaba utilizando una semilla de poco rendimiento, porque, naturalmente, ya se estaba haciendo degenerativa y, por consiguiente, el tubérculo no tenía un gran tamaño como antes”, señaló.
Indicó que quienes dominan el negocio de la distribución optarán por lo más fácil: traer la papa que se consigue más cercana a la frontera y, al mismo tiempo, la semilla que se puede conseguir no es la más recomendable para tener un fruto vigoroso.
Sostuvo que para lograr la semilla de calidad se requiere de la divisa estadounidense y los productores, en su mayoría, no pueden importarla, conformándose con la que se puede obtener en el país.
Al mismo tiempo, señaló que es difícil conseguir fertilizantes y toda la gama de productos agroquímicos que requiere el cultivo.
“Fue una tragedia, cuyas consecuencias se han prolongado indefinidamente, la expropiación de Agroisleña, en octubre de 2010, porque esa empresa, surgida precisamente en Lara, era el soporte que tenían los productores de papa y otros rubros para abastecer a Venezuela”, aseveró.
Dum manifestó que el decreto 7.700 del Ejecutivo Nacional, mediante el cual el Estado se apoderó de Agroisleña, fue de hambruna y del empobrecimiento de los productores, ya que éstos dejaron de tener financiamiento y asistencia técnica apropiada para sus cultivos.
«La producción de papa en nuestro estado tiende a bajar cada día, porque no hay incentivos, la mano de obra también ha emigrado a otros países y ya vemos que no hay solución inmediata para los combustibles, que no sólo se necesitan para el cultivo, sino para sacar la escasa producción a los centros de distribución, particularmente a Barquisimeto», refirió.
