Después de la tormenta, viene la calma.
Desde el Mundial Alemania 2006 la selección italiana no había estado en la cima del fútbol. Tras aquel título histórico conseguido con una generación de futbolistas espectaculares, la ‘azzurra’ atravesó por momentos de mucha dificultad, siendo el más fatídico de ellos: quedar fuera del Mundial Rusia 2018.
Pero no todo quedó allí. De la mano de Roberto Mancini, la selección italiana volvió a engranar su juego, consiguió una identidad y se potenció una nueva generación de futbolistas jóvenes, más los experimentados, quienes comenzaron a dar resultados positivos para el país.
En la Eurocopa, Italia fue de las mejores selecciones, pero debía enfrentarse a Inglaterra en la final, la cual se disputaría en el majestuoso estadio de Wembley, Londres. El compromiso inició a favor de la selección inglesa, quienes se fueron arriba después de un gol de el lateral izquierdo Luke Shaw al minuto 2.
Sin embargo, con el paso de los minutos, Italia empezó a mostrar su fútbol en el terreno de juego. Fue en el segundo tiempo cuando Leonardo Bonucci marcó el 1-1 tras un tiro de esquina de muchos rebotes en el área de Pickford.
Ninguna de las dos selecciones pudo sacarse diferencia en los 90 minutos, y tampoco en la prórroga. Por ende, el partido se definiría en la tanda de penales. El técnico ingles Southgate lo intuyó, e hizo ingresar al minuto 119 a Sancho y Rashford, ambos jóvenes talentos de Inglaterra que semana tras semana demuestran su nivel en el fútbol europeo, por ende, el seleccionador confiaría en ellos para los penales en la final.
Pero hay veces que los movimientos de los técnicos dan los resultados, pero en otras ocasiones, ocurre todo lo contrario. Justamente fueron Rashford y Sancho quienes fallaron los penales cruciales para Inglaterra; sumado a ellos, Buyako Saka, el joven de 18 años de edad, también falló el panal definitivo que significó la derrota de los ingleses.
Aunque no solo fueron errores de los ingleses, destacó el gigante portero italiano Gianluigi Donnarumma, quien detuvo dos penales y se convirtió en el héroe para Italia. Así, la ‘azzurra’, volvió a un título continental.